Sin tratar de polemizar, ni mucho menos disminuir las pequeñas o grandes obras que la actual administración municipal ha ejecutado en su prolongada administración, es necesario que este comentario los advierta de la manera en que se ejecutan las obras del Plan maestro de alcantarillado pluvial y sanitario de Calceta.

No existe, al parecer, un buen cronograma de trabajo; y, de haberlo, no se lo aplica de manera organizada ni técnica.

Existe muchísimo malestar en la comunidad toda por la manera de ejecutar los trabajos. Por ejemplo, pensando que se cumplen los rubros inherentes a estos trabajos, una vez colocado o repuesta la capa de rodadura de hormigón rígido o asfáltico, han procedido a romper de nuevo la estructura porque los ductos o presentan problemas que desconoce la comunidad o sencillamente se olvidaron de soterrar algún elemento ya sea de telefonía, eléctrico o de red de agua interdomiciliaria, dejando como resultado una serie de baches y con un acabado que deja mucho que desear.

Además, la colocación de las tapas de alcantarillado quedan con desniveles y descuadradas, lo que constantemente originan tropiezos a los transeúntes de mi querido pueblo de Calceta, como también mal terminados en las mismas.

Alguien tiene que vigilar más de cerca estos trabajos, porque, según los miembros y representantes de la Junta Cívica de la ciudad, han demandado ante las autoridades locales y, al parecer, las opiniones e insistencias son vanas para quienes ejercen la fiscalización ante la empresa contratista responsable de la obra.

Como hijo de esta ciudad y como profesional de la ingeniera civil, conmino a los responsables de esta gran obra procedan a rectificar los pedidos de la comunidad para que dure de acuerdo a las normas técnicas establecidas y a satisfacción de todo el pueblo de Calceta, que al fin y al cabo termina pagando con sus altos impuestos prediales las obras.