¿Qué sucede? Falta de cultura vial y convivencia entre vehículos, dice Abad y a su vez indica que cada día el parque de motocicletas en el país aumenta.

El reglamento de la Ley de Transporte de Ecuador indica que las motocicletas deben ocupar su espacio dentro de la vía y circular del lado correcto.

Javier Zambrano, portovejense, utiliza su motocicleta como vehículo para movilizarse hacia su trabajo. Comenta que tiene su equipamiento como casco y rodilleras, y que, en efecto, muchas veces han existido carros que “lo quieren tumbar de la vía”.

“Entiendo que el apuro de los conductores los hace actuar de esa forma. Los conductores de carros pitan para que si uno está detrás de otro avance o se ponga en medio de dos vehículos”, cuenta Zambrano. 

Él asegura que trata de evitarlo y que hasta ahora no ha tenido accidentes.

Carros. Por parte del conductor de un auto existe también su propio criterio. 

Luis Bravo conduce su vehículo para realizar transporte escolar y en las noches para trabajar. 

En diferentes ocasiones asegura que ha tenido que sortear una que otra motocicleta que se atraviesa o que no cumple con las señales de tránsito.

“Se ubican donde quieren porque son más livianas y a veces salen de donde uno menos lo imagina y ahí pasan los accidentes. También rebasan porque pueden entrar en espacios reducidos”, cuenta.

Siniestros. En Ecuador, en lo que va del año, las motocicletas ocupan el segundo lugar de las estadísticas de tránsito más implicadas en siniestros. Del año anterior a octubre del 2016 hubo 673 accidentes y este año van 623, según cifras de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).

Abad menciona que tanto motociclistas como conductores de autos “no tienen conciencia de lo que está enmarcado en la ley”.

“Es decir, no existe esa cultura vial y es a nivel de todos los usuarios de las vías”, asegura.

Jorge Macías, quien vive en Flavio Alfaro y conduce un bus interprovincial, tuvo un accidente el año pasado. Él asegura que la culpa fue de un motociclista que se cruzó justo cuando el bus iba a arrancar. “El chico cayó de la moto y se raspó. No pasó a mayores, pero fue tremendo susto”, señala.

Sin embargo, Abad recuerda que el 70% de las lesiones que se registran en los siniestros con motocicletas son graves y el 27% fallece, según las cifras que tiene el movimiento.

Entonces, ¿qué falta? Abad señala que es imprescindible continuar con la concienciación de las personas para recordar que todos los vehículos deben respetar la ley y que los conductores deben proteger sus vidas y las de los demás.