Para este encuentro los brasileños pretenden arrancar con fuerza en casa para intentar conseguir su tercer título continental, mientras que los argentinos buscan un resultado que les permita seguir haciendo historia.
Gremio, campeón de la Libertadores en 1983 y 1995, quiere aprovechar su favoritismo en el estadio Arena do Gremio de la ciudad de Porto Alegre y el apoyo de la afición que agotó las entradas, para intentar abrir una buena diferencia de goles que le permita viajar con tranquilidad a Argentina la próxima semana para el partido de vuelta.
El Lanús, por su parte, como lo ha anticipado su técnico Jorge Almirón, quiere aprovechar la oportunidad de disputar su primera final en la Libertadores para seguir haciendo historia en el club.
Además del morbo normal por tratarse de la final, el duelo ganó en emoción por la denuncia de que el Gremio usó un dron para espiar un entrenamiento del Lanús, lo que fue negado por los locales, y por la decisión de la Conmebol de someter a los dos equipos el lunes a una prueba antidopaje sorpresa, informó la agencia Efe.