Con esto también puede pagar la educación de sus hijos, “para que el día de mañana ellos tengan una profesión que les brinde la posibilidad de poder salir adelante”, según sus palabras.

Asegura que el fruto está escaso y eso hace que se encarezca. Cada racimo cuesta 6 o 7 dólares, pero Luis llega hasta los sectores rurales donde consigue el guineo verde, el cual pone a madurar en su casa hasta que esté listo para la venta.

“Generalmente el guineo demora de 7 a 8 días para madurarse. Pienso que la cosa está mejorando desde lo ocurrido el 16A, porque muchos turistas están llegando al cantón y eso es bueno”, acota.

Quijano menciona que entrega 20 guineos al precio de un  dólar, y que cuando tiene exceso de este fruto en su hogar, sobre todo el que se madura demasiado, lo somete a un proceso para obtener vinagre.

El vinagre es envasado en botellas. El producto tiene demanda pues se lo utiliza para mejorar el sabor de las comidas, señala el vendedor.

Luis vive con su familia y de a poco está levantando su casa, ya que varias paredes se afectaron cuando ocurrió el terremoto. Confía en que lo logrará con mucho trabajo y con la preferencia de sus clientes.