Cuando lo tuvo de frente, se miraron a los ojos y él le pidió perdón por haber salido con una carga de droga desde Jaramijó  hacia el exterior. Ambos se abrazaron y lloraron.

Anchundia contó que su esposo es uno de los 33 pescadores presos que llegaron el martes en la noche a  la provincia de Cotopaxi repatriados desde Estados Unidos, donde estaba sentenciado a siete años de cárcel por narcotráfico. 

La pareja habló durante diez minutos. Luego trasladaron al recluso a una cárcel y ella regresó a Jaramijó.

“Él me confesó que salió con droga para poder operar a nuestra hija que tiene una malformación congénita. Realmente lo hizo por necesidad”, expresó. 

Anchundia dijo que su esposo salía a pescar en un barco atunero y en una ocasión lo reclutaron para llevar droga a Centroamérica. 

La lucha para solicitar la repatriación de su pareja pasó por varias etapas, por las   reuniones que mantuvo con algunos asambleístas y ministros de Justicia, Interior y Relaciones Exteriores.

María M. informó que su esposo llevaba dos años pagando una sentencia por droga y también fue deportado a Ecuador tras enviar una carta al Comité de Defensa de los Derechos Humanos. 

En el documento explicó que su esposo será donante de médula y debe someterse a una cirugía para extraerle las células madre y donarlas a una hermana que está al borde de la muerte por un cáncer. La cirugía se realizará el próximo año. Por esa razón fue traído a Ecuador.

Once de los pescadores repatriados son de Manta, dos de Jaramijó, dos de Bahía de Caráquez, dos de Guayaquil y los últimos 16 de la provincia de Esmeraldas.

Esta es la segunda deportación de pescadores detenidos en el extranjero. El primer viaje fue en mayo de este año y llegaron siete mantenses. 

Los 33 pescadores presos llegaron en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Todos fueron repatriados para que terminen de pagar sus condenas en el país.  

El traslado de los compatriotas fue coordinado durante cinco meses por la ministra de Justicia, Rosana Alvarado. 

Lancheros presos. “Ellos son los eslabones más débiles de la cadena del narcotráfico. Mientras las mafias disfrutan de millonarias ganancias, los pescadores son los que van presos, sentenciados y sancionados”, expresó la funcionaria. 

El próximo año realizará la repatriación de 15 personas que están detenidas en Florida, en una cárcel donde existen otros 300 ecuatorianos recluidos.

La ministra informó que todos los pescadores serán trasladados a la cárcel El Rodeo, de Portoviejo, y luego serán cambiados a Esmeraldas para que estén más cerca de sus familias los que sean de esa provincia.

El traslado de los pescadores fue realizada por un acuerdo de cooperación suscrito entre Estados Unidos y Ecuador, según  el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.

En Manabí existen dos organizaciones de madres y esposas de pescadores detenidos en el exterior. 

Los grupos  están conformados por 100 personas y funcionan en Manta y Jaramijó. 

Elena Véliz, presidenta de la Organización de Mujeres de Pescadores Ecuatorianos Detenidos en el Extranjero (OMPEDE), informó que llevan cuatro años luchando por la repatriación de los ecuatorianos.

Ella reveló que en el exterior hay 1.600 pescadores detenidos y por eso han enviado cartas a los consulados de los Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador solicitando la repatriación de los compatriotas para que terminen de pagar la condena en el país.

“Nuestros hermanos pescadores no son delincuentes, pero cayeron en las redes narcodelictivas por necesidad y falta de trabajo. Otros se fueron al exterior tentados por el dinero, porque perdieron sus hogares en el terremoto del 16 de abril”, expresó. 

Hasta 26 mil dólares les ofrecen a los lancheros por llevar la droga en botes hasta Centroamérica.

Véliz sostuvo que actualmente trabajan con varias familias de Esmeraldas, Anconcito, San Mateo, Jaramijó, Puerto López, Guayaquil para repatriar a otros 200 pescadores.

La dirigente indicó que pedirán a los jueces de Garantías Penitenciarias del país revisar los procesos de los pescadores porque existen algunos sentenciados hasta con 17 Años de cárcel. “Nos parece exagerada la condena y por eso vamos a pedir una rebaja de pena. Incluso vamos a solicitar el indulto porque las autoridades deben perdonar este error cometido” expresó. 

Véliz manifestó que los ecuatorianos son tratados en el exterior como grandes narcotraficantes cuando realmente son pescadores. 

Ella sostuvo que algunas salieron con droga porque deben enfrentar algunos problemas sociales dentro del entorno familiar.

Incluso la vida de las esposas de los detenidos ha cambiado, porque deben salir a trabajar y enviar dinero al exterior para sus parejas condenadas.

La Organización de Mujeres de Pescadores Ecuatorianos Detenidos en el Extranjero pide a las autoridades acceder a préstamos para emprender negocios debido que no tienen trabajo. 

Incluso indicaron que para viajar a Quito están realizando bingos y rifas. 

“Nuestra lucha no sólo es por los pescadores de Manabí, sino por los 1.600 ecuatorianos presos en el exterior”, reiteró la dirigente.