Urbano Cruzatti, morador de esta parroquia, dijo que el problema ya tiene varios años cuyo mal olor es insoportable y a pesar de que han intentado ahuyentarlas, no se ha podido.

Néxar Sabando tiene un local en el mercado y señaló que sus clientes incluso protestan por el mal olor que se incrementa en temporadas de lluvia. “Nos están invadiendo las golondrinas”, indicó.

Carlos Jiménez, presidente del Gobierno Parroquial, es consciente del problema que causan las golondrinas que llegan en horas de la noche, por lo que dijo que ya han solicitado ayuda al Municipio de Portoviejo para buscar una solución. “En lo que es alrededor del mercado hemos tratado de sacar ciertos cables que es donde se colocan, pero es insuficiente”, mencionó.

Indicó que en la remodelación del mercado invirtieron 82 mil dólares.