Barcelona, de decepcionante campaña en el torneo nacional, en la que marcha noveno, a 15 puntos del líder Emelec, ha encendido las luces de alarma en sus rivales, especialmente brasileños, pues ya derrotó al Botafogo y en las fases siguientes se deshizo del Palmeiras y del Santos.

En la fase de grupos el equipo del uruguayo Guillermo Almada se dio el lujo de eliminar al campeón de la Libertadores del 2016, el Atlético Nacional, y al excampeón Estudiantes de La Plata.

En 10 cotejos, el equipo torero suma cinco victorias, dos empates y tres derrotas. El goleador del plantel, con 5 tantos, es el uruguayo Jonatan Alvez, que se perderá el encuentro de hoy por suspensión.

Otra de las ausencias sentidas del Barcelona es la del medio brasileño naturalizado ecuatoriano Gabriel Marques, suspendido tres jornadas.

Como si fuera poco, Almada tiene en algodones al central Darío Aimar y al delantero Ely Esterilla.

Para cubrir estas cuatro bajas se perfilan, por el mismo orden, el argentino Ariel Nahuelpán, Oswaldo Minda, el colombiano Jefferson Mena y Washington Vera.

ALGO PENDIENTE. El Gremio, que ya conquistó la Copa Libertadores de 1983 y 1995, tiene en su entrenador, el exdelantero Renato ‘Gaucho’ Portaluppi, un saldo pendiente para cobrar al presidente del Barcelona, el exportero José Francisco Cevallos.

Titular durante muchos años de la portería de la selección ecuatoriana, Cevallos era el guardameta titular de la plantilla de Liga de Quito que llegó en el 2008 a la final de la Libertadores con el Fluminense, cuyo ataque era liderado por Renato Gaucho.

Tras perder por 4-2 en el partido de ida jugado en Ecuador, el Fluminense se impuso en Río de Janeiro por 3-1. Pero en la tanda de penaltis los lanzamientos de Thiago Neves, Washington y el argentino Darío Conca permitieron el lucimiento de Cevallos y el título del cuadro albo.

EN GREMIO. El cuadro brasileño ocupa el cuarto puesto en el Campeonato Brasileño, a 9 puntos del líder Corinthians.

En la última fecha del torneo, Gremio cayó 1-3 ante Palmeiras.