Hugo dice que es aficionado a las peleas de gallo. Cuenta que quien inició con esto fue su abuelo, luego su padre y ahora él sigue en la actividad. Tiene 200 gallos de pelea en su casa.  

Dice que hay diferentes razas, pero el mejor es el dominicano. “Es un gallo  fuerte, de patada dura que resulta aguantador”, explica. 

La mezcla de gallos españoles con ecuatorianos, peruanos y colombianos, ha dado lugar a una nueva raza de animales finos, considerados los mejores de Latinoamérica y, por ende, los más cotizados, señala.  

Costo. Para los galleros profesionales mantener la raza y la calidad de los animales es una tarea difícil y cara. 

Actualmente el costo de un gallo de pelea va desde  los 300 dólares en adelante. Hugo vende algunos hasta en 500. 

Estos ya han sido entrenados durante varios meses y la mayoría  ha tenido peleas ganadas. 

Un gallo puede llegar  a pelear hasta 25 veces. Hugo, por ejemplo, tuvo uno que duró 28 peleas. 

De estas ganó 20, empató cinco y perdió tres. Fue uno de sus mejores animales, hasta ahora no ha tenido otro como ese. 

Las peleas de gallos pueden durar de diez segundos a cinco minutos. Las apuestas van desde mil dólares o más. 

En Manta hay al menos diez galleras. La mayoría en los barrios urbanos de la ciudad.

En nuestro país, el Código Orgánico Ambiental cita en el artículo 56 que se considera como un acto prohibido involucrar a un animal en combate o pelea, como forma de entretenimiento o espectáculo público o privado.

Se exceptúan las peleas de gallos que serán reguladas por los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales y Metropolitanos.