La niña, residente en Wyong, Australia, tenía dos años cuando sus pechos comenzaron a crecer, mientras que su primera menstruación llegó a los 4.
Ante el extraño caso, médicos de la Unidad Pediátrica del Hospital de Wyong estudiaron el caso de Emily y comprobaron que sus hormonas eran las de una mujer embarazada, por lo que fue diagnosticada con pubertad precoz central y enfermedad de Addison.
La madre de Emily, Tam Dover, dijo sentirse frustrada, ya que la menor no ha tenido la oportunidad de ser una niña normal y feliz. Un página de apoyo ha sido creada para recoger fondos y que Emily siga sus tratamientos.