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Espectáculo
Los rostros de la multiculturalidad

Mucha gente estaba en el parque de San Blas, en Cuenca, el domingo a las 10h00. Seis muñecos gigantes llamaban la atención.

Miércoles 18 Octubre 2017 | 04:00

 La pancarta de TitiriCuenca anunciaba que la concentración de niños, adultos, artistas, estudiantes y público era parte del megadesfile de inauguración de la séptima edición del Festival de Títeres, organizado por Gotas Mágicas con el apoyo de varias instituciones. La actividad se extiende hasta el 28 de octubre, publica diario El Mercurio de Cuenca.

Niños y adolescentes desplegaron toda su gracia en este encuentro de arte escénico que, en el 2017, tiene como eje la multiculturalidad que caracteriza a Ecuador. 
Leandro Vera, uno de los organizadores del TitiriCuenca, daba cuenta de la importancia de enfocar desde la expresión estética las características de un pueblo; por eso determinaron presentar esta vez, y con muñecos gigantes, alegorías que representen la diversidad nacional.
 
Identidad ecuatoriana. Los primeros muñecos gigantes, los que abrieron el desfile, representaron a las nacionalidades de la Sierra. Detrás de ellos iban niños con atuendos de payasos, de cholitas, de hombres y mujeres que tienen su corazón latiendo entre la cordillera de los Andes. Mucho color en los trajes para mostrar esa riqueza identitaria.  
Los muñecos gigantes eran la guía de la muchedumbre que caminaba y bailaba tras ellos. 
Las culturas amazónicas no quedaron fuera de este escenario. Los gigantes shuar estaban con sus simbologías plasmadas en la piel del rostro, con sus clásicos collares de semillas de plantas que cuelgan del cuello y atados a su cintura los sonoros cinturones hechos con hilos de fibra natural, semillas y dientes de animales de la zona. Shuaras y cofanes se representaron con la riqueza natural originaria del Oriente.
 
Diversas coreografías. El desfile culminó en la plaza de Santo Domingo. A la tarima subieron los grupos de baile de los diferentes establecimientos que participaron en la ceremonia de apertura. Se presentaron coreografías de la Chola Cuencana, de la Sierra Norte, de la Costa Ecuatoriana y bailes de la Amazonía. Niños movieron sus cuerpos al ritmo del pasacalle y del sanjuanito.
Los pequeños del Santiago de Compostela alegraron la mañana con los amorfinos: “Yo soy la media naranja/ yo soy la naranja entera/ yo soy un botón de rosas/ pero no para cualquiera”. “Quisiera ser un barquito/ chiquito y nadador/ para manejar el barquito/ donde navegue nuestro amor”. 
Esas rondas de amorfinos, en voces de los más pequeños, alegraron la apertura del festival.
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