Rosa manifestó que en su lancha, de nombre “Édison Alexis”, viajaban cuatro tripulantes, y cerca de las 23h30 de esa noche fueron interceptados por una embarcación similar. Los piratas apuntaron con un revólver a los pescadores y los hicieron acostarse boca abajo mientras los registraban. A todos les quitaron sus celulares, también se les llevaron lo que habían pescado. 

Después los hicieron intercambiar las lanchas. En la que se quedaron los pescadores asaltados no había motor. Ellos debieron pasar toda la noche a la deriva, hasta que fueron auxiliados por otros pescadores. Una vez en tierra, avisaron a sus familias de lo ocurrido y regresaron sin nada a Jaramijó. Al día siguiente del atraco, Rosa fue hasta Bahía de Caráquez para buscar su embarcación, ya que esa es la única fuente de ingresos para cinco familias que viven en una misma casa. 

La búsqueda. Ella tuvo algo de suerte, ya que encontró la lancha, pero sin el motor y ningún equipo de pesca. El motor aún no lo termina de pagar y no sabe qué hacer, ya que adeuda 5 mil dólares. 

Ella afirma que con el motor y los equipos que tenía su lancha, le robaron en total 9 mil dólares. 

Las formas en que les roban a los pescadores artesanales son conocidas entre todos ellos. Por ejemplo, algunos han sido víctimas de falsos náufragos que les piden ayuda, y cuando ya están en las embarcaciones los intimidan con armas y les roban. También ha habido casos en que se acercan con el pretexto de pedir combustible. Rosa pide que si alguien tiene un motor a medio uso se lo alquile o preste, para generar algo de ganancias y así poder comer.

Estadística. En lo que va del 2017 se han incautado 68 motores fuera de borda en Jaramijó. Todos ellos presentaban irregularidades en el troquelado, serie que hace únicos a estos artefactos. En la Unidad Técnica Marítima del Municipio de Jaramijó se informó que tienen un proyecto para acompañar los casos de robos de motores a los pescadores de este cantón. 

El Código Integral Penal (COIP) sanciona el robo de   motores fuera de borda con una pena que va de 5 a 7 años de cárcel. Esto sin tomar en cuenta los agravantes que podrían aumentar la pena. La Fiscalía informó que el robo de motores es solo uno de los varios delitos que se cometen en mar abierto.