Nació con malformaciones en sus piernas y aunque camina normal unos metros, se cansa rápido y es ahí cuando lo hace con las rodillas. Camina de esta manera desde los 15 años, manifiesta.

César se inclina lentamente hasta que sus rodillas tocan el suelo y continúa su andar, aunque con unos centímetros menos de estatura, y cierto dolor de espalda.

Protección. Para proteger sus rodillas del cemento o la tierra al momento de caminar, César coloca un pedazo de caucho en cada rodilla, atado por detrás de las piernas.

Sus “llantas” (el caucho que enlaza a sus rodillas) son duraderas, dice entre risas. “Me duran casi un año, y de ahí ya las reemplazo”, comenta. 

Recuerda que cuando era joven se inclinaba para caminar pero se lastimaba las rodillas, debido a que los pantalones en esa parte se lascaban, indica.

César comenta que fue el único entre sus hermanos que nació con malformación. 

Recuerda que un tío también tuvo esta rara enfermedad de la que desconoce el nombre. Él se dedica a la venta de confiterías cerca del parque de La Bramadora.