Con los cambios dispuestos por el presidente de la República, Lenín Moreno, al interior del comité encargado de la reconstrucción de los daños ocasionados en Manabí y Esmeraldas por el terremoto del 16 de abril del año pasado, ambas provincias esperan una mayor actividad del mencionado organismo.

Es que la ciudadanía estima que al designarse como presidente a un funcionario manabita, que reside y realiza sus labores en esta provincia, se logrará mayor eficiencia en las labores del comité, antes presidido por el vicepresidente Jorge Glas, de cuya ejecutoria se desconoce.

Ahora se cree que por lo menos habrá una mejor información de lo que programan y hacen, pues, a pesar de tener su base de trabajo en Portoviejo, muy poco es lo que se ha conocido de reuniones oficiales de programación.

Manabitas, esmeraldeños y ecuatorianos en general, saben a groso modo de las acciones del comité únicamente cuando el secretario del mismo se presenta ante la Asamblea Nacional, lo que ha hecho con retrasos, inobservando la Ley que lo obliga a comparecer trimestralmente.

Mientras, graves problemas aún se mantienen afectando a los damnificados, quienes anhelan que los nombramientos efectuados redunden en agilidad para la consecución de las acciones, aportes y soluciones que demandan ambas provincias desde hace más de un año, para rehacer sus vidas y arrumbarlas hacia la recuperación económica y social.