Una joven de 19 años, en presunto estado de ebriedad, murió congelada en el frigorífico de un hotel de Chicago, donde quedó atrapada por error.
La madre responsabiliza al hotel de la muerte, ya que ella solicitó los videos de seguridad inmediatamente después de la desaparición, sin embargo, la administración se negó. Asegura que de haber tenido acceso a las grabaciones, hubiese podido rescatar a su hija.