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Santo Domingo
Mujeres abren centro turístico

Lourdes Aguavil, Cruz Calazacón, Elvia Aguavil y Flor Marina Aguavil han formado el centro turístico Ka-Ti-Luli o Flor de Palma.

Martes 19 Septiembre 2017 | 04:00

 Ellas pertenecen a la comunidad Tsáchila y el centro turístico se ubica en en la comuna Chigüilpe, de Santo Domingo. 

Juntas le apuestan a este emprendimiento, con el que buscan hacer conocer las tradiciones y costumbres de la etnia.
 
Iniciativa. Las mujeres cuentan con experiencia, ya que por años trabajaron en otro centro turístico. Ahora quieren empezar algo propio en un espacio que han adecuado con senderos, que al recorrerlo se destina entre 40 y 45 minutos. 
La estadía en este sitio es fantástica para algunos, ya que combina la naturaleza con las costumbres de los tsáchilas.
Ellas le apuestan a un nuevo proyecto familiar en el que también participan los hijos, las nueras y los nietos, preparándose para brindar un buen servicio a los turistas que llegan hasta el lugar.
“Estamos impulsando para que los jóvenes se integren a los planes, especialmente como guías turísticos y aprendiendo a tocar los instrumentos”, sostuvo Lourdes Aguavil.
 
Recorrido. Los senderos han sido adecuados para que el visitante conozca la historia de los antepasados, la manera de vivir y los lugares donde se hacen curaciones y rituales utilizando productos del medio.
Lisbeth Calazacón es guía turística. Recorre el sitio dando a conocer cada espacio, como la vivienda típica que está elaborada de la caña guadua y paja toquilla. Allí se encuentra un telar en el cual se confecciona la vestimenta del hombre y la mujer tsáchila.
Dentro de la caminata se pasa por la cocina, donde está el fuego. Aquí hacen diferentes platos típicos, como la bala con verde cocinado majado. Para los turistas hacen  demostración de cómo era este lugar antiguamente y cómo pelaban el verde con los dientes. “En ese tiempo no se contaba con cuchillos y otros utensilios, pero esta técnica  ayudaba a que la dentadura esté dura y no se dañe”.
La guía turística se refirió también a las técnicas curativas que aún mantienen dentro de la cultura. Consiste en hacer una fogata y colocar piedras resistentes y fuertes que luego pasan a unos hoyos, de los cuales sale vapor que es utilizado para personas que sufren de asma, resfriado, mala circulación de la sangre y para sacar las toxinas del cuerpo.
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