El conjunto torero saltó al campo de juego buscando abrir el marcador desde el minuto inicial del cotejo y con posesión de balón.

Tuvo al Santos durante 15 minutos encerrado en propio campo resistiendo las arremetidas. En un par de jugadas estuvo atento el portero brasileño Vanderlei Farías para evitar el gol de Jonatan Álvez, quien hasta entonces era el más incisivo de los amarillos.

Pero poco a poco los brasileños se fueron asentando mejor en el campo. Cuando un jugador de Barcelona tomaba el balón ya estaban dos o tres rivales presionándolo. Así a los de Guillermo Almada les costó hacer su juego, tanto que entraron en desesperación y reprochaban las decisiones del árbitro uruguayo Daniel Fedorzuk.

Los últimos diez minutos del primer tiempo fueron otra vez de muchas arremetidas por parte de Barcelona, pero volvió a demostrar lo que ha mostrado en muchos partidos en el año: intensidad, desequilibrio y ambición, pero falta de efectividad en el último toque.

De nada sirvieron los múltiples centros de Pedro Pablo Velasco o Ely Esterilla por la derecha, o los de Beder y Marcos Caicedo por la izquierda. Ninguno tuvo buen destino.

El primer tiempo terminó con el marcador empatado sin goles. 

Al inicio de la segunda parte Bruno Henrique aprovechó una falla de la defensa canaria y encaró al arquero Banguera para anotar el primer tanto.

Parecía que el conjunto 'canario' caía 1-0 contra Santos, pero un gol de Jonatan Álvez igualó el juego y ahora todo quedó abierto para que el pase a semifinal se defina en Brasil, el próximo 20 de septiembre.

Barcelona fue el único equipo que intentó ganar el partido porque Santos solo llegó a resguardar su arco.

Y la intranquilidad se iba a ser más intensa apenas iniciando el segundo tiempo cuando los visitantes aprovecharon una tiro libre para abrir el marcador.

Como olvidándose del manual, el defensa Darío Aimar rechazó hacia el centro un tiro de Lucas Lima y luego en un desentendimiento en el área Bruno Henrique venció a Máximo Banguera, quien no tocó mucho la pelota porque todo se jugó en campo brasileño.

Pero no había tiempo para bajar los brazos. Barcelona martilló, pero tuvo que esperar hasta los 78 minutos cuando Jonathan Álvez empató el partido luego de un cobro de tiro de esquina de Damián Díaz.

Después pudo ganarlo, pero faltó tranquilidad.