Este trabajo coreográfico de Luis Conejo, que busca concienciar a las personas sobre el cuidado del medio ambiente y la naturaleza, “transcurre en varias escenas donde longuitos recorren las montañas y los bosques”, publica diario El Universo.

La trama de la obra comprende además cuando esos longuitos conocen a las kiutsas, admiran el vuelo de la curiquingue, se enfrentan con la chificha y el chuzalongo para terminar bailando y celebrando junto al diablo huma, según la organización de esta actividad.

La publicación agrega que “este sueño andino muestra la ternura de los animales y la naturaleza, transportándonos a un páramo en el que las kiutsas danzan con los longos, la curiquingue mantiene el equilibrio de la naturaleza junto a la chificha y el diablo huma da vida a las kallampas por medio de su música vital”.

Actores en escena. Esta obra pone en escena a más de 20 bailarines, quienes han venido trabajando la obra desde hace seis meses, relata Conejo. 

El coreógrafo Luis Conejo es reconocido por su trabajo, sobre todo en la provincia de Imbabura, donde ha desarrollado una estética desde el conocimiento de sus ancestros y la comunidad.