Actualizado hace: 930 días 11 horas 48 minutos
Portoviejo
Niño se ahogó en una cisterna

Un niño de dos años de edad falleció luego de estar internado doce horas en el hospital. El pequeño había caído a una cisterna.

Viernes 28 Julio 2017 | 04:00

En el exterior del hospital Verdi Cevallos de Portoviejo, sobre la acera, dos sillas sirvieron como soporte para ubicar el pequeño ataúd, color blanco, donde estaba el cuerpo sin vida del niño Iván y junto al cofre mortuorio estaba Andrés Molina, su padre.

El hombre estaba “despedazado” emocionalmente.
Personal que labora en el hospital solicitó a los familiares del menor fallecido que ingresaran el ataúd hasta que llegara el carro que los iba a transportar hasta la ciudadela La Paola #1, del cantón Montecristi, pedido que fue aceptado por los deudos.
Andrés dijo que a su dolor se sumaba la indignación de ver publicaciones en redes sociales, donde habían falseado la verdad y publicado una imagen de una cisterna que no era en la que había ocurrido el hecho.
Fue un accidente. El hombre manifestó que el miércoles, aproximadamente a las 17h15, su esposa y sus tres hijos estaban en la casa y al parecer el menor se salió del cuarto y se cayó en la cisterna que estaba cerca al garaje.
Él estaba en Guayaquil realizando un trabajo, añadió.
Cuando la mamá se percató de que el menor no estaba, lo buscó de manera inmediata y lo encontró en el interior de la cisterna, de donde lo rescató y llevó hacia una casa de salud de Manta, donde lo atendieron y luego lo transfirieron hasta el hospital Verdi Cevallos Balda, explicó.
El familiar aseguró que el niño estuvo máximo tres minutos dentro de la cisterna y que todo se trató de un accidente y que nadie tiene la culpa de lo sucedido.
Molina indicó que los médicos le dijeron que uno de los pulmones del niño estaba afectado por el agua, pero la madrugada de ayer, a eso de las 03h00, le había dado un paro cardíaco, del cual los médicos lograron reanimarlo, pero luego de dos horas otro paro cardíaco apagó la vida del pequeño.
Cisterna. El progenitor destacó que la cisterna casi siempre estaba vacía, ya que a la ciudadela llega muy poco el agua potable y justo el día del accidente el líquido llegó al sector y el aljibe había llenado.
Aseguró que su hijo nunca iba al lugar donde estaba la cisterna, ya que él le había enseñado que era peligroso y que se podía ahogar.
“Manta me lo dio y Manta me lo quitó”, fue una de las frases que pronunció Andrés Molina, quien dijo ser guayaquileño.
Él hace dos años decidió viajar a Manabí para radicarse junto a sus hijos y su esposa, quien es de esta provincia.
El niño era el menor de cinco hijos que tiene Andrés y había nacido en Manta.
Tras cumplir con lo establecido por las autoridades, el cuerpo iba a sepultado horas después.
El papá indicó que no lo iba a velar porque prefería recordarlo como era en vida, un niño alegre y muy hiperactivo.
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