Para que haya una Constitución se deben reunir tres rasgos esenciales: formación democrática, carácter solemne y finalidad de ser tutela efectiva con real libertad. Una sociedad en que la garantía de los derechos no está asegurada ni la separación de los poderes determinada, no tiene Constitución.

La educación es la herramienta necesaria para forjar una cultura de vida, que sirva de base para el respeto de todos los demás derechos, por tanto para que la Constitución ejecute sus funciones y tenga razón de ser. Sí esto no se cumple, la Constitución será sustituida por la ley del más fuerte, legitimado por voto popular. 

A partir del año 1830, se constituye el Ecuador en Estado soberano, libre e independiente. Entre 1972 y 1979, tras la caída del Velasquismo, el país fue gobernado por un régimen militar liderado por el general Guillermo Rodríguez; posteriormente por el almirante Alfredo Poveda Burbano. 

El 15 de enero de 1978, a través de un referéndum, se decidió entre un texto con base en la Constitución de 1945 y un texto totalmente nuevo. En el referéndum ganó el texto nuevo, con la que inició un período democrático, tras siete años y medio de dictadura. El 27 de marzo de 1979 se aprobó la nueva Constitución; y en abril de ese mismo año la democracia volvió a los ecuatorianos con la elección del presidente Jaime Roldós Aguilera.

La Constitución de Ecuador de 1998 fue la decimonovena Carta Magna que se adoptó en la República del Ecuador, en el Gobierno interino de Fabián Alarcón Rivera, después del golpe de Estado en contra de Abdalá Bucaram Ortiz, quien volviera al país tras dos décadas de exilio en Panamá. 

Ecuador en su historia constitucional tiene 20 constituciones mancilladas a su debido tiempo; y la última, en Ciudad Alfaro - Montecristi, en el año 2008, concebida y redactada a la orden del Gobierno de Rafael Correa Delgado, a sus deseos y conveniencias. 

Siendo Ecuador el único país que tiene una Constitución de 444 artículos, 9 títulos, 40 capítulos, 93 secciones y 29 disposiciones transitorias; y que después de 2008, la revolución ciudadana redactó y aprobó más de 190 leyes, que ni sus guiñoles las han obedecido. 

Mientras más se demore el Ecuador en integrarse, más constituciones se redactarán siguiendo el estilo recurrente de sus actores en el juego de la política, secundados por la ley y el Consejo Nacional Electoral, que demostró en las elecciones de 2017 una falsa apariencia democrática. 

¿Será delito decir la verdad?