“Figura retórica de pensamiento por medio de la cual una realidad o concepto se expresan por medio de una realidad o concepto diferentes con los que lo representado guarda cierta relación de semejanza”

La realidad de lo dicho por el expresidente Correa es evidente y cierto, después de haber encontrado un país a la deriva, se lucha contra viento y marea y gracias a la nueva Constitución para dejar un gobierno manejable, ordenado y entre lo más importante del legado es que lo siembra con una infraestructura vial, energética, de salud, de educación, de justicia, cuerpo policial, una banca prestamista del Estado y un ECU-911.

El endeudamiento público es manejable y es criticable de Moreno satanizarlo, sólo se espera que el nuevo gobierno sepa usar las nuevas infraestructuras para controlar y hace crecer la economía, la inversión, mitigar el desempleo y el país siga por la senda del progreso. 

No se puede omitir el alto costo político, económico y social que el proyecto político de la revolución ciudadana y los personeros del gobierno tuvieron que soportar de los que nunca hicieron nada, que insultaron, calumniaron, mintieron, engañaron y ahora se los quiere contentar con amables diálogos, pretendiendo con esto marcar la cancha y poner un nuevo tinte político al gobierno de Moreno, para diferenciarse del controversial Correa.

Los diálogos son de doble filo cuando, pretendiendo hacerlo para llegar a acuerdos y encontrar soluciones, se los use para demandar intereses individuales ajenos a los colectivos, como ya se ve en ciertos sectores que lo hacen público. 

Las mejores intenciones son sembradas de decepciones; y, como dijo Correa, no se puede contentar a todos.

Es lamentable que Moreno no agradezca y no diga que para financiar el proyecto “Casa para Todos”, que es elogiable, use el préstamo que consiguió Correa con el Gobierno chino (parte de la mesa puesta) por mil millones de dólares, ni tampoco desmienta que su gobierno ha entregado la empresa eléctrica al Bucaramato.

Elogio el combate a la corrupción, pero no podemos ser ingenuos y pensar que el DNA de ella, encarnada en la sociedad ecuatoriana, desaparezca y se acaben las manzanas podridas para siempre. 

Espero que el astillero, la metalúrgica, la Refinería del Pacífico con la modalidad público-privado, pronto se hagan realidad, ya que fueron las obras que le faltaron a Correa. 

Esto aliviará el desempleo y la fuga de divisas.