En este atractivo turístico se puede observar tres diferentes viviendas, tales como la de los shuar, de la Sierra y de la Costa ecuatoriana. 

El mismo portal describe a detalle cada una de estas casas. Una de las que llama la atención es la vivienda indígena o bohío, que se destaca por la utilización de materiales tradicionales y por la arquitectura prehispánica de los pueblos de Ecuador. La técnica que utilizan para la construcción de los bohíos es el bahareque, sistema de construcción que consiste en utilizar palos o cañas entretejidas y barro negro, según menciona el sitio web. 

Por dentro. En el interior de las casas se puede apreciar la representación de la habitación y la cocina, donde se destaca el soberado, sitio donde guardan los alimentos para protegerlos de los roedores y de la humedad, de éste cuelgan las mejores mazorcas denominadas guayungas, cuando están secas, los granos se esparcen en la tierra y sirve como semilla para la próxima siembra; también se puede observar las shigras: elaboradas con cabuya, antiguamente utilizadas como instrumento de medida para la comercialización de sus productos. En la parte inferior está la famosa tullpa o fogón, conformado por tres piedras de cangahua, piedras volcánicas, las colocan en tres distintos tamaños, la más grande representando al Padre, la mediana a la Madre y la última a la descendencia o a sus hijos, en el tiesto se tuesta el maíz sin ningún tipo de grasa y observamos los utensilios cotidianos.

En la vivienda circular se podrá tener contacto con el Chamán Carlos Pichamba, proveniente de Otavalo. Desde su infancia le fueron inculcando las costumbres, valores y conocimientos míticos del chamanismo, una herencia milenaria que ha sido transmitida por su abuelo.