Es un libro que atrapa, es para leerlo y releerlo, y considero todo ecuatoriano responsable debe sumergirse en él, porque trata de un personaje que domina la década recientemente vivida, con consecuencias en nuestro incierto presente y que, así no queramos incidirá en nuestro futuro; a más de las decisiones que en alguna forma este libro nos podría ayudar a tomar en aspectos socio-político-económicos ad-portas, ya que nos hace conocer más del expresidente Correa. 

No pueden resumirse en una nota como ésta las 250 páginas de la obra, porque hay tantos conocimientos nuevos, referencias y explicaciones de un sinnúmero de asuntos, noticias y hechos vividos, que cada quién los capitalizará a su manera de entender y sentir.

Pese a que este séptimo Rafael es ya parte de la historia de nuestra patria, el libro nos hace conocer más facetas de su vida, desde sus orígenes, para intentar comprender cómo pudo el sencillo profesor universitario, llegar a manejar de la manera como lo hizo, y por una década, los destinos de -dicen que ya somos- 15 millones de compatriotas; es apasionante conocer detalles de ésta, diría novelesca vida y su incidencia en nuestro convivir. Al tiempo de bien conceptuarla, me permito recomendarla, porque me atrevo a considerar esta obra de muy profesional e imparcial al no tener interés político alguno; en ella solo aparece la vocación de las colegas por el cumplimiento de su incomprendida labor periodística, lo que diríase lideró el mismo personaje central, para quien la prensa y quienes no coincidían con él, fueron las piedras de toque que cada sábado acremente cuestionó; por lo mismo, alabo la entereza de estas damas, que nos amplían el conocimiento de esta ya histórica vida, muy oportunamente, ahora que tanto necesitamos entender hechos que a diario conocemos del actual gobierno, asamblea y más entes de la administración y la justicia, que a veces parecerían una continuidad del pasado y otras, una muy necesaria superación del estilo, hechos y métodos vividos.