Su objetivo fue agradecer en una misa a la imagen de la Virgen de Monserrate y a Dios por haber logrado la clasificación histórica a la final del campeonato nacional.
Entre los participantes de la concentración estuvieron José Delgado, presidente ‘cetáceo’, así como Francisco Silva y Carlos Garcés, figuras del equipo manabita.
En el lugar se vieron banderas del equipo, mientras que los hinchas gritaron consignas de apoyo.
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Los caminantes llegaron a la iglesia en Montecristi a las 21h00, dos horas después de salir del estadio Jocay en Manta.
“Antes de llegar al estadio debemos agradecer a Dios”, dijo Delgado en los exteriores de la iglesia.
Creyentes. El conjunto “cetáceo” es un equipo creyente, devoto.
A lo largo del campeonato nacional de fútbol lo demostró en la forma en que sus jugadores festejaron los goles durante la primera etapa: de rodillas, en círculo y señalando el cielo.
La devoción también se ha sentido en los camerinos. David “Maelo” Chavesta, utilero del equipo, lleva a los partidos una Virgen de Guadalupe de yeso. Los jugadores oran alrededor de esta imagen tras los encuentros.
Los dos rituales dejan a las claras que en el camerino “cetáceo” la fe ha jugado un papel fundamental para mantener el equipo unido.
“Nos sentimos bendecidos y es una forma de agradecimiento con Dios”, dijo Delgado, quien acostumbra a ir una hora antes de los partidos a la iglesia de la Virgen de Monserrate, en Montecristi, a pedir por el equipo.