Son los colores escogidos para vivir la que se espera sea una de las mejores fiestas del año. Los lugares para los festejos están listos ya.

Sólo falta que Delfín gane ese punto que le hace falta para coronarse como ganador de la primera etapa del campeonato ecuatoriano. Si gana los tres, la fiesta será mejor.

La cita es a las 12h00. El viejo y querido Jocay será el escenario para vivir un día que podría ser histórico y quedará por mucho tiempo en la memoria de la mayoría de los mantenses y manabitas en general.

El rival: Liga de Quito, un grande del fútbol nacional, pero que atraviesa por la peor campaña de su historia. En lo que va del 2017 los quiteños no saben lo que es ganar fuera de casa. Mientras que el Delfín es el equipo más efectivo jugando de local, ya que ha ganado 26 puntos.

Serán las dos caras de la moneda mirándose frente a frente en el gramado durante 90 minutos.

Delfín vive un año de ensueño, la mejor campaña de toda su historia.

Y es con esa historia que los jugadores cetáceos tienen una cita. Una final de campeonato y una participación en Copa Libertadores, un grito sostenido en la garganta de toda la provincia que hoy podría salir a relucir en un pueblo sufrido por el golpe del terremoto del año pasado.

No todos lo vivirán de cerca. No más de 9 mil personas podrán ver este encuentro desde las gradas, pues el terremoto no dejó espacio para más. Solo con las dos bandejas Generales, con capacidad para 4.500 personas cada una, se jugará este partido, como se ha jugado todo el año.

La semana. Esta semana para Delfín fue muy diferente a las demás. Primero fue la euforia que se sintió hasta el martes o miércoles, por haber derrotado 1-2 a Barcelona en el estadio Monumental, el pasado domingo.

El miércoles en la noche fue la expectativa por saber si Barcelona empataba o perdía en el Clásico del Astillero ante Emelec y así poder celebrar. Eso no fue así, pero los jugadores declararon que ese choque era un punto aparte para ellos, que solo estaban concentrados en derrotar a Liga y celebrar con su gente.

Desde el jueves los entrenamientos se desarrollaron con casa llena. La prensa nacional por primera vez en el año se volcó al centro de entrenamiento de los mantenses, como convencidos de que no habrá marcha atrás y que la etapa ya tiene dueño.

Solo el viernes y ayer hubo un poco más de tranquilidad para los jugadores. El DT Guillermo Sanguinetti cerró las puertas para realizar las prácticas de fútbol y jugadas tácticas.

Más que un punto. Pero hoy en Delfín no solo está en juego lograr un punto para ganar la etapa. Lo dijo el propio Sanguinetti esta semana. Se juegan el invicto. 20 fechas se han disputado en el torneo, en las que solo los mantenses han logrado salir con la cabeza en alto de todos los partidos, pues no ha habido equipo capaz de derrotarlos.

Eso, que para Sanguinetti “no es fácil para ningún equipo”, se quiere mantener ante los albos.

Pero además, en estas últimas dos fechas que restan de la primera etapa hay una serie de récords que puede alcanzar Delfín a nivel individual con respecto al actual sistema de campeonato.

Según las estadísticas, si Delfín gana los dos partidos podrá superar en efectividad al Barcelona 2016 de Guillermo Almada, como también la de Emelec, que con eso alcanzó tres campeonatos al hilo.

Aparte estaría el gran premio de seguir invicto, que de mantenerse hasta la fecha 3 de la segunda etapa lo convertiría en el mayor de la historia de nuestro fútbol, ya que superaría los 26 duelos sin perder que logró El Nacional en 1990.

Este Delfín está para muchas cosas, según manifestó el defensa venezolano Jhon Chancellor el jueves pasado, pero para ello primero lo deberá demostrar ante Liga de Quito, un equipo que llega necesitado de puntos en la penúltima posición de la tabla.

Hoy Delfín podría ganar la etapa, incluso perdiendo, pero para ello debería suceder que Barcelona no gane en Ambato a Macará.

Hablar de los choques recientes entre Delfín y Liga de Quito en el Jocay tiene distintas sensaciones. 

Por ejemplo, es un buen recuerdo para Delfín el triunfo 2-0 del año pasado en este estadio, en ese partido en que el equipo ilusionó a los mantenses, pero a final de año terminó peleando por no descender.

Esa misma Liga (Q) derrotó a Delfín en el Jocay en octubre y fue cuando empezó a peligrar con el descenso.

Este año hay otro lindo recuerdo para el cetáceo: es el de la victoria contra el cuadro de Gustavo Munúa 0-2 en el estadio Casa Blanca. 

Partido muy distinto el de hoy, en el que hay otras cosas en juego, en donde Delfín se perfila como el favorito para sonreír.