Parecían demasiado iguales para formar una ofensiva dinámica: Garcés mide 1,86 metros y pesa 78 kilogramos (171 libras), mientras que Ordóñez tiene 1,85 metros y pesa 88 kilogramos (194 libras). 

Son dos gigantes que contra todo pronóstico se han acoplado, formando la ofensiva más temida del torneo nacional. Suman 14 goles.

El técnico Guillermo Sanguinetti ha logrado acomodar a estos dos jugadores con un estilo en el que ellos son los primeros defensas y en el que deben hacer espacio para que los extremos puedan desbordar y asistirlos. Además, por su estatura, son dos grandes pivotes: bajan la pelota para el compañero mejor ubicado y suelen ganar jugadas en ataque porque los defensores les hacen muchas faltas. 

Para mañana, ellos esperan ponerle el celofán a una etapa excelente ganando a Liga de Quito, lo que los clasificará a la final y a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Aunque también sirve el empate, ambos señalaron que buscarán el triunfo. 

Garcés es el goleador del equipo con nueve tantos, mientras que Ordóñez ha anotado cinco veces. 

Se conocen bien. Además de la potencia, Garcés y Ordóñez tienen la humildad como característica similar. Son jugadores que han tenido que sudar mucho para ganarse un nombre en el fútbol. Ordóñez estuvo 10 años en equipos de Ascenso y Serie B hasta llegar a la ‘A’, mientras que Garcés la tuvo difícil para hacerse un lugar en sus primeros años en el profesionalismo con el Manta.

Se conocen desde el 2007, cuando Garcés era juvenil en el Manta y ‘La Tuca’ era titular en el equipo celeste que militaba en la Serie B.