Manabí es una provincia que ha luchado contra viento y marea por mantener su prestigio e importancia dentro del concierto nacional. Y actualmente los manabitas estamos involucrados en salir adelante una vez más de esa situación dura y difícil en que nos ha involucrado la naturaleza, con ese movimiento sísmico identificado como el 16A que llevó  a la necesaria unión de los ciudadanos, tanto nacionales como extranjeros, con la intención sana y valedera de conseguir la reconstrucción y la regeneración de ese Manabí de hoy, que tiene que llegar a ser el Manabí de siempre. 

Porque Manabí lo necesita y los manabitas estamos dispuestos a dar todo de nosotros por un Manabí mejor, por un Manabí que ejemplifique lo que se puede hacer con unión, con honestidad y con decisión de salir siempre adelante.

Y esa unión de los manabitas esperamos que sirva de estímulo y de ejemplo, para que sea emulado por los hermanos venezolanos en la lucha que ellos tienen, no contra la naturaleza sino contra quienes denigran contra las libertades y contra los derechos ciudadanos, que están llevando al país de origen de nuestros héroes, Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, a convertirse en una nación carente de alimentos, sin medicamentos y sin las necesarias libertades propias de la democracia y del respeto al pueblo que es el verdadero y único mandante.

Los venezolanos han convertido las calles en el campo disponible para manifestarse contra tantos abusos y arbitrariedades, sumando más de 80 muertos y varios cientos de detenidos, lo que, a pesar de las desventajas, da a todos un optimismo de  ese cambio que pronto tendrá que llegar. Porque, como es sabido, no hay mal que dure tanto y esa unión popular de los venezolanos tendrá que ser asimilada por los gobiernos indiferentes hasta ahora, como es el caso del ecuatoriano, con la certeza que más temprano que tarde, este y otros gobiernos tendrán que aplicar como decisión gubernamental el verdadero y real pensamiento del pueblo americano, que respalda y es solidario con el pueblo venezolano.

Así como con el sismo 16A se hizo un llamado al apoyo de los afectados por la naturaleza, para que, dejando  de lado las idiosincrasias y las componendas políticas, se apoye la lucha que lleva el pueblo venezolano contra los difamantes de la democracia y de las libertades públicas. 

Venezolanos, el Ecuador está con ustedes.