En el parque La Rotonda, Miño es el encargado de la instalación de un complejo sistema de fuentes, bombas, tuberías y luces que se constituirán en uno de los más grandes atractivos que tendrá esta área, que es construida por el Municipio de Portoviejo.

“En el país no existe nada igual, quizá en algunos elementos pero por separado”, resalta.

Ingeniería. A lo largo del parque La Rotonda unas sinuosas lagunas artificiales rodean las diferentes áreas. Dentro de ellas, en el agua, botes podrán ser ocupados por los visitantes. Dentro de la laguna está el área de trabajo de Miño.

Distribuidas a lo largo del lugar están distintas estructuras hídricas que, mediante ductos y válvulas, e impulsadas por bombas, permiten atractivos nunca antes vistos en la ciudad.

La “joya de la corona” es un conjunto de fuentes que se ha denominado “Show mágico de luces y sonido”.

Este incluye más de medio centenar de chorros de diverso tipo que se combinan para crear un espectáculo inédito.

A eso se suma una pantalla de agua sobre la que se mostrarán imágenes en un proyector y un láser multicolor que dibujará sobre la superficie del agua cualquier figura o palabra.

“Va a haber varios shows temáticos que se dejarán realizados, pero todo el sistema es programable y cada válvula se puede configurar permitiendo así crear una composición artística nueva”, destaca.

En el trabajo de esta área, explica Miño, se ha combinado el trabajo de especialistas en escenografía, luces, sonido, hidráulica e ingeniería.

Costo. La Rotonda cuesta alrededor de 10 millones  de dólares y sólo en las lagunas, el sistema acuático y de luces se invierten más de dos millones de dólares.