El domingo, tras la histórica victoria del “cetáceo” por 2-1 ante Barcelona en el estadio Monumental, Chavesta, quien estaba encerrado en el camerino, corrió hasta la cancha con la Virgen para cumplir una promesa: si Delfín ganaba la etapa, iba a rezar en la cancha acompañado de la imagen de la Virgen de Guadalupe. 

Delfín aún no gana  la etapa, pero solo un desastre lo dejará sin final, porque necesita de un punto más o de un empate de Barcelona en sus últimos tres duelos. Incluso mañana podrá festejar, si el amarillo empata con Emelec.

Por eso “Maelo”, como conocen al utilero, salió a la cancha a orar apenas terminado el encuentro.

La promesa. “Maelo” tiene tres años siendo utilero del Delfín. Fue en 2014 cuando el volante Víctor Macías, quien era su vecino, lo llevó a ver la práctica. Chavesta, quien no es de quedarse quieto, se metió a ayudar a los utileros, y nunca más se fue. El ahora capitán del equipo, Francisco Silva, lo llevaba a diario a los entrenamientos. 

Luego, cuando ya pudo entrar a los camerinos y a las canchas, “Maelo” empezó a llevar la Virgen de Guadalupe. Este año, con otros tres fervientes católicos, Jacob Murillo, Roberto la “Tuca” Ordóñez y Andrés Chicaiza hicieron una promesa: pierdan, empaten o ganen, iban a orar tras los partidos con “Maelo” sosteniendo a la Virgen en el centro del círculo que forma la plantilla arrodillada.

La promesa, piensan algunos a la interna del plantel, ha traído bendiciones. Hasta ahora no han tenido que orar tras una derrota, pero, si eso pasa, lo harán con el mismo agradecimiento, cuenta “Maelo”, porque las promesas sagradas no se rompen.