La profesional manifiesta que, de hecho, iniciar una relación es señal de confianza. “Cuando empezamos una relación con alguien es porque confiamos en que las cosas marcharán bien y sobre todo porque confiamos en que esa persona es la indicada porque siempre va a estar a nuestro lado y no nos va a fallar”, argumenta.

La también psicóloga Daniela Ordóñez piensa igual.

“Si empecé una relación es porque voy a poner de mi parte para que funcione y voy a comprender que mi pareja tenga errores, pero que podemos mejorarlos entre ambos”, añade Ordóñez.

Ellas consideran que para que una relación se viva con armonía, debe además existir comunicación mutua y constante. 

“La comunicación es parte de una relación sana. Esto no quiere decir que se deba informar de cada paso que se da a la pareja, lo que significa es que es necesario consensuar ciertas decisiones, sobre todo las que van a repercutir en la vida de ambos”, menciona Ordóñez.

“La comunicación es fundamental si queremos solucionar las cosas. Nunca es bueno dejar que los problemas se resuelvan solos. Hay que plantear nuestra inconformidad y buscar una solución para que las cosas fluyan”, explica por su parte Borrero.

Espacio. Otro factor que hace que una relación sea buena es dar su espacio a la pareja. “No puedo andar detrás de mi pareja en todo momento, peor si es por celos. Hay que entender que más allá de nosotros hay un círculo social: la familia, los amigos, y convertirme en una acosadora me hará ver mal ante los demás e incomodará a mi pareja”, indica Borrero.

Con este punto también coincide Ordóñez.

“Si no dejo que mi pareja tenga su espacio, ni siquiera va a tener tiempo de extrañarme, de desear verme. A veces creemos que tener una pareja significa estar todo el tiempo juntos. En parte es así, pero juntos emocionalmente. Ser novios o esposos no quiere decir que debamos seguir a nuestra pareja hasta en el trabajo o pretender que su vida gire en torno a nosotros. Eso muestra egoísmo”, afirma la profesional.

Celos. Sobre la desconfianza, ambas profesionales indican que es el reflejo de la falta de seguridad propia. 

“A veces no nos creemos suficientemente buenos para tener a alguien al lado y eso se demuestra con los celos”, añade Borrero.