Rita Moreira a sus 87 años de edad recuerda que cuando era niña, en la zona de Cucuy, de la parroquia Eloy Alfaro de Chone, observaba que sus abuelos y padres llevaban desde la montaña este racimo de frutos, que luego de darle muchos procesos se lo tomaba en familia porque en ese entonces no era muy común la avena u otros productos.

Comenta que con un vaso de borroque como desayuno iba a la escuela y no le daba hambre, porque este alimento la sostenía hasta que regresaba a almorzar, y que además de ayudarla vitamínicamente el dulce de este manjar es único y de a poco su preparación se propagó como pólvora en la zona.

Ella indica que transmitió sus conocimientos de preparación del borroque a sus hijas, y junto a Etis y Ángela Cedeño se reúnen siempre para hacer esta colada, lo que en la actualidad es más fácil porque la tecnología lo permite.

 

Proceso. Sostiene que la chontilla,  que es una fruta más pequeña que una canica, se la hierve junto con el plátano maduro y después que ha ablandado se la deja enfriar para pelarla con la mano en un recipiente.

Indica que se pela la chontilla y aparta la semilla, y luego esta cáscara se licúa, cosa que antes se hacía a mano porque no existían las licuadoras, y una vez que se la ha batido se cuela en una cernidera una y otra vez, hasta que la grasa que tiene este fruto haya sido retirada.

“Hay que cernirla bien porque si no se lo hace la pelusa que tiene la cáscara va a molestar cuando uno la tome. Este proceso se lo hace varias veces hasta que solo quede un líquido amarillo”, comenta.

Moreira explica que el maduro se maja con las manos, y se lo mezcla con el líquido extraído de la chontilla. Luego se bate con un molino de mano, y cuando ya ha tenido la consistencia exacta está listo para degustarlo.

 

Historia. La historiadora Josefina Viteri señala que esta bebida es una tradición montuvia propia de los manabitas, y que su origen es primitivo,  ya que la planta  se cultiva en climas tropicales, crece más de 10 metros  y su fruto es de corteza dura  que se recoge en un maguey. Demora unos 4 a 5 años para producir. 

Indica que la colada o borroque en el imaginario de la tradición montuvia es una bebida que da fertilidad  y prolongación de la vida, por eso en la Amazonía se la conoce con el nombre de chonta.