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Tema del Día
Discapacidad, sin espacio ni respeto en buses urbanos

Fabricio Vera tomó ayer un bus para dirigirse a la universidad y se encontró con asientos desocupados.

Viernes 23 Junio 2017 | 04:00

Eran de color amarillo, diferentes a los demás, pero como estaban libres no perdió la oportunidad de utilizar uno de ellos. Sin embargo, no se terminaba de acomodar cuando el conductor del bus dijo por el altoparlante de la unidad que los asientos amarillos son de uso exclusivo para las personas con discapacidad, mujeres embarazadas o adultos mayores. “No lo sabía”, expresó Vera, así que se levantó y avanzó hacia atrás. 

El chofer indicó que todos los días y a cada momento recuerda para qué son los asientos de color diferenciado, pero los usuarios no colaboran, “parece que solo se preocupan por su bienestar”, recalcó.
Jorge Mendoza, miembro del Frente de defensa para las personas con discapacidad de Manabí, expresó que todos los días llevan una lucha con los choferes de los buses urbanos e interprovinciales.
La pelea, afirmó, se da en diferentes momentos; comienza al subir y encontrarse con unidades altas que representan riesgo para toda persona y no solo para aquella que tenga algún tipo de discapacidad. “Luego no encontramos espacio, nos acomodamos al andar o cuando el vehículo arranca”, declaró.
El dirigente dijo que en días pasados iba acompañado de un amigo no vidente, y lo dejaron en una charca que no era la parada. 
“El hombre se mojó”, sostuvo. Y casos de ese tipo de suscitan a cada momento, agregó.
Estudios. María José Fernández, coordinadora zonal de la Defensoría del Pueblo, aseveró que dentro del proceso integral para hacer de Portoviejo una ciudad amigable e inclusiva han realizado varios estudios y diagnósticos, pues explicó que la accesibilidad no solo es en buses, sino integral en la ciudad y sus espacios.
Según Fernández, un estudio realizado sobre los buses arrojó que no cumplen con aspectos concretos como la accesibilidad en las puertas, pues por ninguna puede entrar una silla de ruedas. 
Aseveró que una cooperativa sí tiene el espacio para anclar las sillas de ruedas dentro del bus, mientras que otra cuenta con los asientos preferenciales.
Sin embargo, dijo, aquí entra otro detalle, que la ciudadanía aún no es sensible con esta causa y, por ejemplo, ocupa el espacio para anclaje de las sillas, lo mismo que los asientos preferenciales.
Normas INEN. Orly Cevallos, socio de la cooperativa de buses urbanos Portoviejo, precisó que en las unidades de esta organización sí cuentan con asientos preferenciales. 
Incluso hay adhesivos informativos pegados. “Los espacios para ellos están ahí. Es un problema de cultura, porque no existe sensibilidad de las personas en general”, declaró.
Gustavo Barrera, gerente de la empresa Municipal Portovial, expresó que hay muchas cosas que corregir en la transportación urbana.
Recordó que los dueños de buses deben acoger las normas INEN de accesibilidad para las personas con discapacidad. 
En un informe oficial, llamado Observaciones Finales sobre el Ecuador, emitido en octubre del 2014, el Comité de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad mostró decenas de preocupaciones sobre las falencias en las políticas públicas que el Estado ecuatoriano ha incurrido en torno al tema de las discapacidades.
Norma INEN establece requisitos
El Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN) hace cumplir estándares de calidad. En cuanto a los buses urbanos, determina que debe tener un número de sillas de uso preferencial. 
Cada bus y minibus urbano debe contar con sillas de uso preferencial, estos lugares se deben identificar, señalar y ubicarse lo más cerca posible a las entradas del bus y minibús.
El número mínimo de sillas de uso preferencial debe ser el 12 % del número total de sillas del bus y minibús urbano, redondeando al número entero superior más cercano.
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