Actualizado hace: 937 días 7 horas 20 minutos
Tema del Día
Niños no se entregan a personas desconocidas

Fausto Farfán tiene clara la película en cuanto al cuidado de su hijo de corazón. Mientras esté bajo su techo siempre estará cuidándolo.

Jueves 22 Junio 2017 | 04:00

Ayer hizo una pausa a sus actividades laborales para llevarle el almuerzo al colegio, ya que tenía campo de acción, y su representado estaría más tiempo de lo normal en el plantel. “Es un adolescente y aún así amerita cuidado”, indicó.

El objetivo de Farfán es evitar que su hijo sea presa de alguna desgracia.
Estefanía Vergara, entre tanto, comparte el hecho de que en los planteles educativos los niños sólo sean entregados a sus padres o familiares más cercanos; para el efecto firmó un acta de compromiso que hasta el momento cumple con rigurosidad.
Sus hijos están en una escuela fiscal y los maestros y auxiliares administrativos diferencian bien a los adultos autorizados para retirar a sus hijos de la escuela. “Es una medida positiva para evitar alguna desgracia”, refirió.
Frecuente. Valvina Zambrano, fiscal de la Unidad de Violencia de Género, aclaró que la agresión a menores en término jurídico se lo conoce como violencia de género, y en nuestra sociedad se presenta en todas las esferas, ya sea clase alta, media y baja. “Es algo que acontece todos los días cuando los padres ejercemos violencia contra los hijos, sin saber que es un delito”, dijo.
Agregó que la violencia se expresa de diversas formas y está castigada por la ley. El Código Orgánico Integral Penal (COIP), artículo 156-157, recoge lo que es la violencia intrafamiliar contra la mujer y el núcleo familiar. “Logramos sentencias, pero las personas por el factor afectivo retiran las denuncias y los procesos se estancan”, citó
Nancy García, miembro de la Junta Cantonal de la Niñez y Adolescencia de Portoviejo, indicó que las cifras de violencia intrafamiliar son preocupantes y Portoviejo aparece como el cantón con mayor violencia.
Hasta el viernes pasado se registraron 394 casos recibidos, después de Pedernales (110) y Manta (71). “El número no significa que seamos un cantón violento. Sucede que las personas le dan credibilidad a las instituciones, como es el caso de la Junta”, precisó. 
Recordó que dicho organismo es parte en la articulación y coordinación institucional con el sistema como Fiscalía, Unidad Judicial, Dinapen, Ministerio de Justicia, Defensoría Pública, Policía y con las fundaciones que prestan su contingente. 
Hay maltrato físico, psicológico y los abusos y violaciones, que si bien son un tema de ámbito penal, pero tras la denuncia en la Fiscalía la Junta actúa con medidas de protección, es decir que la Junta entra en acción cuando existe la presunción de un delito mientras avanza el proceso. 
Medidas. Katty Macías, directora distrital de Educación, indicó que ya están tomando cartas en el asunto ante los riesgos en la entrada o salida de clases. 
Recordó que la semana pasada se dio un caso de violencia social que terminó con la muerte de dos menores de edad, cuyo padre acudió al plantel educativo y los retiró. 
“Como ministerio colaboramos con nuestro compañero del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) y en este caso estamos brindando ayuda a la institución educativa, ocho miembros trabajan allí”, comentó.
Agregó que en esta ocasión fue una situación intrafamiliar y “el Ministerio de Educación entiende y plasma el fortalecimiento de valores en las mallas curriculares como ejes transversales, pero son situaciones aisladas”.
Ante la seguridad en los planteles educativos destacó que en ese caso “recibe el padre a su hijo, más seguridad no se podría tener. Ya hay políticas (definidas), los menores no se deben entregar a extraños, ya son cosas que se nos escapan de las manos”, declaró Macías.
Atención. La psicóloga Katherine Tarazona, docente de la Universidad Técnica de Manabí, estableció que la violencia de género se puede manifestar en ambos sexos.
Sostuvo que se trata de un ciclo que comienza con agresiones leves, le sigue el arrepentimiento, luna de miel y sigue luego con episodios de violencia fuerte, al punto de golpes con moretones y heridas. 
“Aquí entra en juego la salud mental del agresor y su víctima, y son los dos quienes requieren tratamiento oportuno psicológico”, dijo. 
Hay que romper el silencio
Katherine Tarazona expresó que una de las fórmulas  para combatir la violencia de género es combatir los temores, dejar de sentirse minimizado (a) y dejar de vivir pensando en lo qué dirán las demás personas. “Hay que buscar ayuda profesional mediante fundaciones y organizaciones que ayudan a las personas víctimas de agresión”, declaró.
Recalcó que la ley ampara a las personas víctimas de violencia de género. 
“Hay una perturbación en nuestro medio donde la mujer cree que es normal ser maltratada y no es así. Hay que educar a los niños con igualdad”, citó.
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias