Él inició ayer las clases de nivelación en la carrera de Marketing. En el aula se halló con 30 compañeros que le dieron una cálida bienvenida y le ofrecieron todo su respaldo.
Daniel dijo que estaba feliz de volver a las aulas y que se esforzará para estudiar y lograr su meta de ser ingeniero en Marketing. A Daniel le gusta el fútbol y se ha encontrado con un grupo de compañeros muy alegres.
Acompañado. Daniel a más de sus compañeros, tiene un acompañante que lo guiará en las primeras semanas de clases. Se trata de su primo Josué Bravo, quien tiene la misión de ayudarlo dentro del aula y guiarlo en los interiores y exteriores de la universidad.
Bravo señaló que sacará provecho de los conocimientos que reciba su primo Daniel, puesto que no obtuvo el cupo de estudio para este año.
Daniel también en su educación básica y de bachillerato en la unidad educativa Leonardo da Vinci tuvo un acompañante, en este caso fue un maestro pagado que lo apoyó en el aprendizaje de las teorías y desarrollo de tareas, recordó su madre Estelia García, actual decana de la Facultad de Enfermería.
Ella dijo que su hijo, con el 60 % de discapacidad, dio el examen “Quiero ser bachiller” y sacó el puntaje para estudiar Marketing.
Destacó que su hijo, en su época de bachiller, desarrolló el proyecto de un estudio fotográfico que lo mantiene en la clínica de su padre, el cirujano Ernesto López. “Daniel es quien hace las fotografías a los clientes de su padre”, comentó.
Pericles Mejía, docente de las materias de Investigación, Contabilidad y Proyecto de Vida, indicó que para casos como los de Daniel, la universidad ha replanteado las formas de enseñanza en las aulas. “Esto es menos teoría y más dinámica en el tratamiento explicativo de la materia. Las clases deben tener muchos ejemplos para que, en este caso, Daniel logre entenderlas”, explicó.
El profesor dijo que muchos estudiantes con discapacidad física, auditiva, visual y otros, han egresado de la facultad de Marketing y otras carreras que oferta la Uleam. Pero el caso de Daniel es único, por ser el primer estudiante Down.
Agregó que Daniel recibirá tres de las seis materias de nivelación en el primer mes, mientras que sus compañeros recibirán las materias completas.
Esfuerzo. Jorge Luis Alarcón, de 18 años, es otro alumno con discapacidad que estudia en la Universidad Técnica de Manabí (UTM). Él sufre distrofia muscular desde los dos años de edad. Rindió el examen “Quiero ser bachiller”, pero no completó el puntaje para estudiar la carrera de Medicina, por lo que aceptó la carrera de Optometría en la UTM. Su meta es ser médico, por eso proyecta cambiar la carrera que le impuso la Senescyt.
Jorge Luis es bachiller del colegio 4 de Noviembre. Viaja los miércoles, jueves y viernes a Portoviejo, donde estudia por las tardes.
Su padre Jorge Luis Alarcón cuenta que su hijo gasta siete dólares diarios en transporte particular. Él viaja a la UTM en automóvil, en bus no puede hacerlo porque corre el riesgo de caerse y dañar sus músculos.