Agrega que en Ecuador, 7 de cada 10 niños con cáncer se salvan. 

El médico destaca que los menores tienen mayor fortaleza física frente el tratamiento que apunta a dar calidad de vida, y hace que los fármacos no provoquen toxicidades o secuelas irreversibles.  

Señala que un niño es un ente funcional sin repercusión, una máquina biológica nueva, un producto sano que no tiene diabetes, hipertensión, colesterol, con vasos coronarios perfectos, sus funciones hepática, renal y pulmonar son normales, por lo tanto el tratamiento y recuperación son mucho mejor que en una persona mayor de 50 años o más.

Recalca que su capacidad biológica les permite una mejor tolerancia a pesar del régimen intensivo de quimioterapia, que es muy superior al de los adultos. 

Fortaleza. Ayer en Solca hubo festejos para los niños y niñas en su día.

Tres de ellos, con leucemia linfoblástica aguda (LLA), compartieron con sus madres sus experiencias porque para ellos el tema ha dejado de ser un tabú. 

La LLA es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros (un tipo de glóbulo blanco). Según el hematólogo Cedeño, es la enfermedad oncológica más frecuente en pediatría y la primera causa de muerte infantil en los países desarrollados.

Juana María Intriago cuenta que a la segunda de sus tres hijos, María Liseth (8), le diagnosticaron LLA el 23 de septiembre del 2013. 

La señora menciona que la niña ha enfrentado la quimioterapia con mucha fortaleza, ha resistido al tratamiento y no se ha deprimido. Con una sonrisa que ilumina su rostro, enmarcado por un cabello castaño que está volviendo a crecer, María Liseth asegura que se va a recuperar y dice a los niños con cáncer “que sean fuertes y sigan adelante”.

Isabel Zambrano acompaña desde el 8 de enero del 2016 a la tercera de sus cuatro hijos, Nahomi Nieves (7), a las quimioterapias que le realizan cada jueves. Ambas viajan desde Santo Domingo a Portoviejo, sorteando dificultades económicas. La niña se ha sometido a 34 de las 67 sesiones de quimioterapia programadas. “Que sean fuertes como yo”, recomienda a otros pacientes.

Johanna Mendoza vive en Portoviejo. Ayer estuvo con su hijo Elian (10) en el agasajo que el Comité de Damas de Solca brindó por el Día del Niño. 

Ayer también se cumplió un año desde que a su hijos le diagnosticaron leucemia.

El estudiante de sexto año de básica manifiesta que sus profesores y compañeros de aula le dan fuerzas, son solidarios y por eso su mensaje para otros niños con cáncer es que “tengan fe en Dios porque se van a recuperar”.

Estadísticas. De acuerdo a las estadísticas de Solca, desde el 2008 hasta el 2013 se contabilizaron  340 casos de cáncer infantil y en el hospital se diagnostican 50 nuevos casos por año.

Basados en esas cifras calculan que hasta la presente han diagnosticado unos 540 casos, de los cuales el 10 % ha fallecido.