Este es un nuevo intento de controlar la expresión de los ecuatorianos, pero ahora a través de las redes sociales y en los sitios web.

El proyecto plantea una serie de obligaciones y requisitos a los proveedores de estos servicios, es decir, a Facebook, Instagram, Twitter, Google, Microsoft, y un largo etcétera.

Estos requisitos riñen con los preceptos que en el resto del mundo occidental rigen para la libertad de expresión y, por lo tanto, es muy difícil que puedan ser cumplidos por las mencionadas empresas proveedoras, por lo que no sería de extrañarse que estas opten por dejar de prestar sus servicios a los ecuatorianos.

En algunos países en donde también se controla la expresión de la gente, estos grandes proveedores de Internet no operan debido a que les imponen restricciones, como sería el caso de Ecuador. Por ejemplo, se tiene a China, en donde no hay ni WhatsApp, ni Google ni Facebook, ya que no se someten a las censuradoras reglas locales, en su lugar aparecen empresas locales que sí están dispuestas a hacerlo al costo de la libertad. 

Se solicita a los asambleístas y al presidente Lenín Moreno que no den paso a este nuevo proyecto de ley.