Actualizado hace: 936 días 23 horas 33 minutos
Salud
Una lucha por despertar del Párkinson

Todas las mañanas es lo mismo. Su cerebro despierta, pero el cuerpo sigue dormido. Sus ojos no abren.

Sábado 27 Mayo 2017 | 04:00

Concentra todas sus fuerzas para intentarlo, pero un peso enorme, como el de dos rocas amarradas a los párpados, se lo impide.

En el transcurso de ese momento, cuando al final logra que reaccionen, siente los ojos desorbitados y el pecho agitado debido al esfuerzo. 
Observa su cuerpo, también inmóvil, y le invade el  impulso de apretar los puños y golpearse la sien para que su cerebro tome el control y le ordene al cuerpo que se mueva, que despierte.
El primero en reaccionar es el brazo derecho. Lo estira hasta su pierna y la sacude para que reaccione. Luego sigue la otra pierna, el torso y 15 minutos después de luchar por despertarse obtiene su primera victoria del día contra el párkinson. 
Fernando Pacheco ha logrado sentarse en su cama.   
Enfermedad. José Lara Morales, neurocirujano del hospital Verdi Cevallos, manifestó que la patología corresponde a un grupo de enfermedades denominadas “de disfunción de los ganglios de la base”.
“Es la presentación de alteraciones en el sistema nervioso, como consecuencia de la falta de fabricación de dopamina del cerebro: aunque también hay otros neurotransmisores que intervienen”, resume el especialista.
Recalca que además esta falta de la sustancia origina un temblor que tiene sus características: es fino, es involuntario, se presenta en reposo, desaparece con la acción.
“Casi siempre comienza de un lado y puede llegar a generalizarse, tienen una facie inexpresiva, entre otras cosas; las glándulas sebáceas fabrican gran cantidad de cebo”, explica.
Para el especialista, el párkinson se presenta por varias razones, entre las que destaca por consecuencia heredofamiliar; hay además por irrigación cerebral; también por origen traumático; “si recordamos boxeadores que por consecuencia a los golpes han tenido esta enfermedad”, cuenta Lara. 
Otra de las razones es el párkinson medicamentoso, “en los psiquiátricos en los grandes patios se ven muchas personas con párkinson, porque los medicamentos antipsicóticos, si se suben a cierto nivel se origina; claro, hay cierta tolerancia en los organismos”, detalla. 
Alerta. El paciente casi siempre llega “doctor me ha comenzado a dar un derrame de este lado y está progresando. Lo que conocemos como derrame es brusco, no poco a poco, lo que sucede es un párkinson de un solo lado con una limitación del movimiento”, explica.
Tratamiento. Hay medicamentos de base, señala el especialista. Además, agrega, se han desarrollado métodos quirúrgicos mediante “estereotaxia”, en donde se coloca un estimulador o se coloca un aparato para bloquear la hiperactividad.
“Pero hay que recordar que el párkinson es medicamentoso”, indicó.
El despertar. A las 12h30, Fernando, hombre de 60 años, de barba espesa y canosa, camina lentamente con dos pantalones y tres camisetas en sus manos hasta llegar a su habitación en el asilo de ancianos de Funteman, en Manta.
Se pueden contar sus pasos. Son lentos, como si arrastrara con sus pies dos grilletes con bola.  
Saca una llave de su bolsillo y empieza la difícil tarea de acertarle a la chapa en medio de los temblores de su mano derecha.
“Yo estoy en tercera fase del párkinson”, dice mientras empuja la puerta. 
“En la primera, el dedo pulgar te tiembla y sientes calambres en las piernas; en la segunda, hay temblores repentinos a los que no les haces caso porque los controlas con medicinas. Pero la tercera fase es triste: ya empiezas a perder el dominio. No sabes en qué momento deja de responderte el cuerpo y si duermes no tienes certeza de cuándo despertará, porque ya no te hace caso”, detalla. 
Fernando Pacheco es un arquitecto apasionado por el parapente (deporte en paracaídas).
Con frecuencia visitaba Crucita para practicar el deporte y un día decidió ir a Manta para conocer Funteman.
Quería tantear el terreno.
Cuando supo que tenía párkinson, reunió a todos sus hijos y les dijo que había decidido quedarse en el asilo porque no quería ser una carga para nadie. 
Al principio no estuvieron de acuerdo, pero luego cedieron porque si hay algo que no ha cambiado en Fernando es que siempre ha hecho lo que se ha propuesto. 
Un día le dijeron que practicar parapente era peligroso y al siguiente fin de semana ya estaba en el aire viendo el mundo desde arriba.
“No ha sido fácil nada de esto, a veces creo que llegará una mañana que no me voy a levantar, cada día demoro más en salir de la cama”, dice.
Unos 6,5 millones de personas sufren párkinson en el mundo. 
Según cifras de la Coordinación Zonal de Salud, en el 2016 unos 303 nuevos pacientes registraron atenciones en las unidades de salud; en este año hasta el 20 de abril, 96 nuevos pacientes registraron atenciones.
Fernando en una ocasión, a través de un amigo, visitó una fundación para enfermos con párkinson en Quito. 
Acudió al lugar y vio pasar en unos minutos su futuro. Había una anciana con temblores tan fuertes que apenas podía estar sentada. 
Otros, a la hora del almuerzo no podían sostener la cuchara o levantar el plato.
En ese instante pensó: “Esto es una constante batalla por mantener la dignidad”.
Uno de los pacientes le dijo que lo que más le duele de la enfermedad es no poder sostener a sus nietos en los brazos. 
Fernando vio en ese lugar todos los siguientes años de su vida. Se sintió frustrado y a la vez con suerte. “Recordé que lo más difícil que me ha sucedido hasta ahora es no poder levantarme de la cama o quedarme parado en media calle porque las piernas no me responden”, expresa.
Dos semanas después regresó a Manta. 
Llegó cansado del viaje. La habitación del asilo lo esperaba. La cama estaba lista. Dejó la maleta y se quedó dormido. 
Al siguiente día sintió que había descansado mucho. Intentó abrir los ojos y no pudo. Era la primera vez que le pasaba aquello. 
Desde entonces, todas las mañanas es lo mismo.
En el mundo
Andrés Lozano, profesor de Neurocirugía de la Universidad de Toronto, presentó un método no invasivo llamado HIFU (High Intensity Focus Ultrasound), basado en el ultrasonido que ayudaría al párkinson. 
La técnica no requiere cirugía sino solo un dispositivo ultrasonido en la zona del tálamo afectada, que se localiza a través de una resonancia magnética. Este procedimiento le permite al paciente regresar a sus actividades habituales luego de un día de reposo. “El efecto es inmediato e irreversible: una vez que se ha aplicado, los temblores desaparecen para siempre”, aseguró Lozano.
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias