Estuvo en silencio frente a la tumba de su hijo, el locutor Fabricio Parrales. Aquella frase del sueño revolotea en su mente, pero no sabe lo que significa. 

Margarita está por ahora en la casa de una hermana, pero el domingo también caminó hasta su hogar, donde vivía con su hijo, en el barrio 2 de Agosto.

Lo primero que hizo fue entrar al cuarto de Fabricio y esperaba verlo dormido, pero solo halló su olor y sus pertenencias. Todo estaba como siempre: su guitarra, sus ternos, sus zapatos y las bocinas de su discomóvil sumidas en silencio. Hurgó entre aquellas cosas buscando un poco de su presencia, pero solo encontró vacío, así como esa sensación en el pecho que la hace querer salir a un lugar con la idea de encontrarlo y fundirse en un abrazo. 

Es que ese es el último recuerdo que tiene Margarita de su hijo, el abrazo que le dio un día antes de su muerte. 

La mujer cuenta que en realidad se despidió dos veces, porque en la tarde anterior él le dijo que no dormiría en la casa y, cuando iba a mitad del callejón que da hacia la calle, se regresó y la abrazó de nuevo. Le dijo que en la noche la llamaría. Ella se acostó, pero no durmió y esperaba que, como siempre, antes de irse a la radio la llamara por teléfono, pero eso nunca pasó. Pensó que se le había hecho tarde o estaba ocupado, y sintonizó el dial de Radio Canela, donde trabajaba Fabricio, pero su voz no estaba esa madrugada animando. 

Margarita se sentó en la cama a pensar y el sonido de una llamada la trajo de vuelta. Una voz en el teléfono le dijo que Fabricio había sufrido un accidente y que estaba hospitalizado. Con lo que tenía puesto salió al hospital, y a las 6 de la mañana le dieron la noticia que ninguna madre quiere escuchar: Fabricio había muerto. Los días posteriores al sepelio le sirvieron de poco para recuperarse del dolor. Por eso su familia la cuida y evita que vuelva a su casa, para que no esté sola y la depresión no la domine.

El accidente. Fabricio Parrales, de 28 años, murió luego de un accidente de tránsito registrado el miércoles 26 de abril, cuando se dirigía al trabajo en su motocicleta. 

La Fiscalía lleva adelante una investigación para esclarecer la muerte. Se analizan videos de seguridad privada para recoger indicios de las características del carro implicado en el accidente.  

Margarita confiesa que evita escuchar la radio donde locutaba su hijo y una canción ranchera, “Por el amor a mi madre”, que él siempre le cantaba. Tampoco le gusta escuchar grabaciones de las animaciones de Fabricio. Eso la hace sufrir más.