Así lo aseguró Jorge Mórtola, técnico del Consorcio Tarqui. Esta empresa tiene a cargo esta obra que ejecuta Ecuador Estratégico, tras el terremoto del 2016, por un monto de más de 19 millones de dólares.
Explicó que la ciudad tiene un consumo diario de 50 mil metros cúbicos (m3) de agua, de los cuales 40 mil m3 se descargan a las redes del alcantarillado. “Pero resulta que la planta de bombeo Miraflores sólo puede bombear 30 mil m3 a las lagunas de oxidación a través de la red existente de 30 mil m3, por lo que los restantes 10 mil m3 se quedan en las tuberías, terminando en descargas a las playas y como reboses en las calles”, dijo.
Agregó que este excedente de aguas servidas y lo que se sume cuando la zona cero de Tarqui se active nuevamente, serán transportados a las lagunas de oxidación a través de la línea de impulsión que se construye y que avanza por la avenida La Cultura. La capacidad es para bombear 30 mil m3.
Colectores. Mórtola agregó que entre Tarqui y Los Esteros se construyen nueve colectores más que no estaban previstos en el diseño original, lo que representa una inversión de tres millones más. El terremoto los dañó y hay que reemplazarlos para poder conectar las redes terciarias ya instaladas en más de un 52%. “Es por eso los atrasos y molestias que genera esta obra”, dijo.
Nel Párraga, dirigente del transporte urbano, manifestó que están esperando que el consorcio cumpla con la pavimentación de los cruces de vías que fueron rotos para enterrar la tubería hasta el 20 de junio, caso contrario suspenderán el servicio de buses.