A inicios del año 2000 llegó a Manabí y se radicó en El Carmen. Marco encontró el amor en Chone y decidió quedarse. 

Mejía se gana la vida vendiendo jugo de hojas de sábila acompañado de diferentes aguas naturales como: boldo, chancapiedra, ortiga, chuquiragua, y más.

A este oficio se ha dedicado desde hace aproximadamente unos 16 años, dijo.

Para Marco, la sábila tiene bondades curativas como desinflamante de los riñones y del organismo, por ello tiene mucha demanda, agrega.

Preparación. Este ciudadano explicó que desde las 02h00 empieza su jornada de trabajo hirviendo el agua que va mezclada con linaza, hierbas aromáticas, manzanilla, menta, toronjil, y que después va acompañada con el gel (cristal) de la hoja de sábila que se la traen desde la Sierra, explicó.

“Para extraer el cristal, la hoja es cortada a lo largo por la mitad y raspada con un cuchillo, luego es mezclada con la toma que el cliente prefiera”, mencionó. 

Para alcanzar una mezcla perfecta entre el cristal de la sábila y el agua, Marco desde un vaso lanza hacia arriba ambos productos, y estos vuelven a caer al recipiente, con la idea de mezclarlos, mostrando la destreza que tiene el extranjero en sus manos. 

Emma Valdivieso consume todos los días un vaso de jugo de sábila y manifestó que lo hace para cuidar su salud, y especialmente sus riñones.