En un informe divulgado por ese organismo se alerta sobre la “preocupante” situación en los territorios abandonados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La guerrilla, producto de la implementación del acuerdo de paz con el Gobierno Colombiano, ha dejado sus áreas de influencia en 242 municipios para agruparse en 26 zonas rurales de tránsito.
“En algunos municipios se advierte sobre la presencia de nuevos grupos armados ilegales y estructuras criminales, los cuales tendían interés en controlar las economías criminales como los cultivos de coca, la minería ilegal y la extorsión”, señala el estudio, que va más allá al observar en algunas regiones el crecimiento de la delincuencia común hasta calificarlo de “anarquía criminal”, según una publicación de el diario El País de España.
Repliegue. El repliegue de los guerrilleros ha abierto la puerta a la ocupación del segundo grupo insurgente activo en Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), a la expansión de bandas criminales y mafias dedicadas al narcotráfico como el Clan del Golfo y a la disidencia de las FARC.
La fundación también advierte sobre “una crisis de violencia sistemática contra líderes sociales asociados al proceso de paz, la defensa de los derechos humanos y las víctimas” en el país andino.