Si Sudán no logra su reproducción, se acabará su especie. Otra opción es buscar la reproducción por medios científicos, lo que es bastante caro. Para ser exactos, 9 millones de dólares.

Desde que la subespecie del rinoceronte blanco del norte, un corpulento y singular animal llegó en el 2009 a la reserva Ol Pejeta, los veterinarios lo han intentado todo para la reproducción natural sin obtener resultado.

 

 

Sudán tiene 43 años, comparables a unos 90 en la vida humana, y convive con las dos últimas rinocerontes blancas: Najin, de 27 años y Fatu, de 17. Entre ellos la relación no funcionó, Fatu es la hija de Sudán y Najin. En las redes sociales, en donde la reserva Ol Pejeta planea recaudar fondos, se puede leer esta descripción de Sudán:

 "Soy único. Soy el último rinoceronte blanco macho en el planeta Tierra. No quiero parecer un aprovechado, pero el destino de mi especie depende, literalmente, de mí. Actúo bien bajo presión. Mido 1,82 metros y peso 2.267 kilos, por si esto importa", describe en su perfil. Sudán necesita salvar su especie, es por esto que urgentemente se busca una pareja para él.