Actualizado hace: 936 días 18 horas 32 minutos
Tradición con aroma ancestral

La sazón de los pueblos ancestrales se cocina en los tradicionales hornos de barro. Estos aún perduran en el tiempo.

Domingo 30 Abril 2017 | 04:00

 Sacachún es una pequeña comuna ubicada en el área sur de la Península, su principal atractivo es el monolito ‘San Biritute’, es por esto que a diario acuden a este lugar varios turistas nacionales y extranjeros.

Este poblado se levanta en lo alto de una montaña y los visitantes que llegan en horas de la tarde también se sienten atraídos por un agradable aroma que se percibe en el ambiente, se trata de los panes que al aire libre elabora una pareja de septuagenarios nativos del sitio.
Arcadio Balón Quimís y su esposa Ángela Suárez ya llevan más de medio siglo en la actividad, los ancianos aseguran que el principal secreto del delicioso sabor que tienen sus panes se debe a que utilizan hornos de barro que calientan con leña para cocerlos.
Ellos son los que se encargan de entregar los panes a todas las familias que habitan en Sacachún y las poblaciones aledañas, el pan que vende Arcadio es más famoso por los recintos que pertenecen a la parroquia Julio Moreno.
Saber ancestral. Balón Quimís heredó el oficio de sus ancestros y además en la preparación utiliza ciertos ingredientes que obtiene en su comuna y que no contienen químicos, cita como ejemplo los huevos de gallina criolla y las hojas de canela. Otro detalle es que en el proceso de amasar la harina lo hace de forma manual.
En la actualidad tiene dos de estos hornos que él mismo ha construido para su trabajo. El barro lo obtuvo de uno de los cerros del lugar, esta tierra la mezcló con agua para confeccionar pequeños bloques del tamaño de un ladrillo y le fue dando forma al horno.
Costumbre. Tener dos hornos le es ventajoso para el comunero, debido a que en ciertas ocasiones tiene más pedidos de sus deliciosos productos y debe acelerar su actividad para poder cumplir con todos sus clientes “a la gente le gusta mi pan porque tiene el mismo sabor que los que comían nuestros abuelos”, manifiesta sonriente Arcadio.
Su esposa Ángela Suárez comenta que no han faltado aquellos vendedores de hornos a gas o eléctricos que le han ofrecido a su marido nuevos equipos para que modernice su trabajo, “él asegura que mientras trabaje haciendo pan lo hará en horno de barro y leña”, dice la mujer.
Otra comunidad. En la comuna Cadeate ubicada en la provincia de Santa Elena el aroma de esta tradición también es una costumbre ancestral.
Rosa Floreana Yagual es una de las comuneras que aún acostumbra a cocinar en horno de barro. 
Lorenzo Máximo Figueroa, esposo de Rosa, expresa que el sabor del pan horneado con leña es la tradición de Cadeate.
La comuna Cadeate es reconocida por las 45 panaderías que hay en el pueblo de 2.200 habitantes. Rosa agrega que el ícono de la tradición ancestral es el horno de barro, que lo conservan unas 11 panaderías en esa localidad. 
Rosa manifiesta que entre los bocados más conocidos están el “pechito de novia”, por tener forma femenina; el come callao y el amor con hambre, que son galletas redondas elaboradas con anís y mermelada. Rosa señala que solo un 30% del pan horneado se vende en el local. El resto su esposo lo distribuye en las comunas cercanas.
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