Al segundo día, y ante la sospecha de algo malo, ejerció presión para que le permitieran ver al fruto de su vientre. Era tal como lo había soñado: esbelto y hermoso. 

El sentimiento de felicidad de tener a su bebé en los brazos terminó cuando lo revisó y se dio cuenta de que sus órganos sexuales eran una combinación de femenino y lo masculino. 

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ‘hermafroditismo’ afecta al 1 % de la población mundial. Solo en Alemania, cada año nacen 400 niños sin sexo definido, mientras que en EE.UU. diariamente se hacen cinco operaciones quirúrgicas de asignación de sexo en recién nacidos.

Uno de los médicos del hospital Verdi Cevallos, donde dio a luz, le explicó que el neonato presentaba una enfermedad rara, pero nada que comprometiera su vida.

El genetista Héctor Quintero, subdirector de docencia e investigación del hospital Verdi Cevallos, expresó que a este tipo de casos antes se les decía seudo hermafroditismo, pero ahora se denominan quimerismo ovotesticular.

“Si es femenino se dice que tiene un trastorno con diferenciación sexual con los cromosomas XX y si es hombre se dice que es un trastorno de diferenciación sexual del estereotipo XY”, explicó. 

Familiar. “Nery” (nombre protegido) no entiende el lenguaje de los médicos respecto a lo que padece su vástago. Sólo quiere un hijo saludable.

El afligido padre trabaja eventualmente. Suele “cachuelear” cargando sacos en el mercado número dos. “No sé qué hacer. Quiero un bebé sano y pido ayuda al Ministerio de Salud para lograr mi objetivo; luego con mi esposa nos encargaremos de ponerle nombre a nuestro hijo y celebrar su presencia”, indicó.

Incierto. Según Quintero, en el caso del bebé portovejense aún no está definido su sexo. Esto depende de una serie de exámenes cuyos gastos serán asumidos por el MSP.

“Cuando el niño nace con este trastorno nosotros hacemos un estudio científico y los resultados se los llevamos a los padres, porque les brindamos un asesoramiento genético y en ese sentido no se puede decir qué tienen que hacer, pero sí dar toda la información para que ellos decidan”, citó.

Una de las alternativas es optar por una cirugía para establecer el sexo, pero es una decisión colegiada, pensando lo mejor para el paciente. “El padre puede tomar una decisión errada, pero está el psicólogo y el psiquiatra para ayudar a que la decisión sea la menos equivocada posible”, indicó Quintero.

Agregó que la cirugía -depende del caso- es mejor que sea en edad pediátrica, porque siempre es más fácil la recuperación del niño y puede desarrollar y crecer con un sexo asignado, sostuvo.

Para Laura Flores, psicóloga clínica del Verdi Cevallos, en los padres relacionados con los casos de quimerismo ovotesticular debe realizarse un trabajo especial para que conozcan la realidad de su hijo. 

Lo primero, sostuvo, es hacerlos entender de qué se trata la situación y luego iniciar un proceso de adaptación. “Lo primordial es que salgan del shock emocional. El tiempo depende de los exámenes de laboratorio y de la orientación que reciban de parte de los médicos”, declaró Flores.

Ayuda. “Nery” dijo que para cualquier ayuda económica lo pueden ubicar al número 0967593875.