Las autoridades de Educación no descartan, pero tampoco aseguran, que en algún momento vuelvan a funcionar. 

Las escuelas son Ramón Virgilio Azúa y Eloy Alfaro, ambas ubicadas en lo que inicialmente formó parte de la “zona cero” en Tarqui, tras la emergencia que golpeó a Manta hace más de un año. 

Cerca del lugar también se asienta la escuela Sergio Domingo Dueñas, que no se destruyó, pero quedó inhabilitada por estar dentro del área destruida. Hoy esa estructura luce cerrada. 

Carlos Chávez, coordinador zonal de Educación, prefirió no afirmar ni negar un futuro para los tres establecimientos. 

Él solo dijo que antes de hablar de una reconstrucción se debe esperar a conocer los resultados de estudios de suelo hechos en Tarqui, y las proyecciones que tiene en el área el Gobierno Nacional y el municipio local.

Además, agregó Chávez, la decisión de reconstruir y habilitar está en manos del Ministerio de Educación. 

EL INICIO DE CLASES. Dos de las tres escuelas de la “zona cero” iniciaron ayer sus clases en lugares nuevos. La Sergio Domingo Dueñas seguirá, como desde el año pasado, en el campamento educativo Costa Azul, ubicado en la ciudadela del mismo nombre.

Este lugar se levantó luego de la tragedia y fue aprovechado para unificar a otros planteles del cantón. 

Por otra parte, la Ramón Virgilio Azúa y Eloy Alfaro funcionarán en la nueva unidad educativa Siglo XXI, construida en reemplazo del colegio Tarqui, que también colapsó con el terremoto. Es decir, será un espacio para tres planteles. 

La estructura fue inaugurada ayer mismo, con el inicio de clases en toda la región Costa. Acogerá 2.280 estudiantes divididos en dos jornadas: mañana y tarde, informó Vinicio Cevallos, jefe distrital de Educación. 

Otros planteles que se destruyeron en Tarqui con el terremoto, pero que eran privados, son el San José y Leonie Aviat. El primero decidió funcionar en el mismo lugar, mientras el segundo se trasladó al Stella Maris.