La mencionada forma parte de la veeduría ciudadana auspiciada por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, cuyo objetivo es vigilar el proceso constructivo de las 178 viviendas que se levantan en Picoazá para los afectados por deslizamientos.
“Llevamos esperando cuatro años. Estamos de cerca en la obra y por lo visto ya no habrán más fechas para retrasar la entrega de las casas”, indicó.
Pinargote añadió que los constructores arremetieron con las casas finales, así como con las gestiones para la conexión de las redes de agua potable y alcantarillado.
José Cevallos Centeno, coordinador de la veeduría, indicó que la dureza del invierno originó la salida de una quebrada que hace más de 40 años no se veía en el sector. “Se encuentra en la parte posterior y nos tiene algo preocupados, pero acudimos a Portoaguas a comunicar la novedad y pedir la ayuda del caso”, citó.
El dirigente expresó que los ejecutores de la obra se han comprometido a entregar las casas en junio próximo, “ya que todo se encuentra bien encaminado”.
En cuanto al número de afectados por los deslizamientos, aseveró que la cifra cada vez crece más, ya que muchos de los afectados salen de la ciudadela Briones en silencio. Unos para alquilar por su cuenta y otros para pedir posada en casa de sus familiares.
José Tamayo, parte de la constructora Asociación Buen Vivir Picoazá III, recalcó que será el mes de junio la fecha para entregar la obra, donde se han invertido 2´332.466 dólares.
Según el documento de la resolución de adjudicación de la obra, las viviendas debieron estar en un plazo de 210 días (siete meses).
La adjudicación se realizó con fecha 16 de diciembre del 2015.