En esta oportunidad el análisis se centró en 84.341 muestras de distintos ítem alimenticios en la búsqueda de residuos de 774 pesticidas de distinta índole, es decir, un volumen de pruebas altamente significativo, como también un número elevado de diferentes agroquímicos destinados al control de plagas y enfermedades que pudiesen dejar, si no se toman las precauciones recomendadas, rezagos que podrían afectar la salud de los exigentes consumidores europeos.
Pues bien, los resultados confirman que una amplia mayoría de los alimentos comercializados se los puede considerar seguros para su degustación, en razón que no rebasan los Límites Máximos de Residuos (LMR) establecidos por la estricta legislación alimentaria europea, siendo además un hecho destacable que los productos orgánicos, en más del 53%, no contenían rezagos cuantificables o sea apenas con ligerísimas trazas totalmente descartables.
Los resultados confirman la tendencia registrada en los últimos años, por la cual la amplia mayoría de alimentos consumidos en la Unión Europea son seguros en relación con los residuos de pesticidas ya que el 97% de los alimentos analizados, cumplían con los Límites Máximos de Residuos (LMR) fijados por la legislación alimentaria europea y, además de ese total, más del 53% de las muestras no contenían vestigios agro tóxicos. De otro lado se subrayó que los productos provenientes de terceros países manifiestan una tendencia hacia mejorar los niveles permitidos, mediante capacitación
Con satisfacción hemos de señalar que el banano y plátano ecuatorianos, no mostraron ningún caso que haya superado los límites permisibles, no estando por tanto incluidos en la pequeña porción del 0.3% de las muestras que no pasaron las pruebas, más bien pertenecientes a países competidores de Ecuador, lo cual demuestra el gran esfuerzo público y privado por extremar los cuidados en un tema fundamental para aprovechar el tratado comercial recién suscrito con la Unión Europea.