El establecimiento educativo se ubica en la parroquia San Isidro de Sucre.
La escuela fue afectada por el terremoto y a un año del fenómeno sigue siendo utilizada como albergue de unas 32 familias.
Durante el año lectivo 2016 los cerca de 600 estudiantes de la escuela fueron unificados a la Unidad Educativa Fiscal San Isidro, lo que ha causado incomodidad a los padres, que piden a toda costa que sus hijos vuelvan a estudiar en el establecimiento Velasco Benalcázar.
Gary Solórzano, expresidente del comité de padres de familia de la escuela, manifestó que la institución forma parte de la identidad del habitante de esa parroquia y ha sido injusto que se quiera utilizar los predios del establecimiento.
Aseguró que con el terremoto solo se dañaron dos de las ocho aulas que tiene el plantel.
“Más daños se hicieron por parte de las autoridades de Educación que han sacado techos, cajas eléctricas y puertas que estaban en buen estado”, acotó.
Marco Andrade, representante de dos infantes, declaró que el año lectivo que pasó, sus nietos sufrieron porque estaban en contacto con adolescentes y jóvenes que tienen un trato diferente para los menores.
Kerly Vera, miembro del comité, manifestó que se han recolectado 1.500 firmas de los habitantes de la parroquia con el fin de mantener operativa esa institución.
En la visita que hizo el presidente Rafael Correa a San Isidro, el 31 de mayo del 2016, se comprometió a mantener abierta la escuela, aseguró Vera.
Richard Cevallos, director del distrito de Educación 13D11 (Sucre-San Vicente), ratificó que, según los informes del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), la escuela estaba para demolición, pero sería el municipio el que se encargaría de realizar esa tarea, a excepción de uno de los bloques.
Cevallos remarcó que en la Unidad Educativa San Isidro se cubre la demanda de los estudiantes de esta escuela, con una capacidad para 2.280 alumnos.
Adolfo Solórzano, presidente del Gobierno Parroquial de San Isidro, manifestó que ellos dependen de las decisiones que tomen las autoridades, aunque reconoció que se ha buscado varias alternativas para los albergados.