Problema y las causas. La médico internista  Rosa Santamaría habla del tema y señala que si bien la parálisis facial no tiene causas específicas, hay razones que pueden generarlas y exponen a un paciente a sufrirla.

“Hay que entender que todos los nervios de nuestro cuerpo son los que canalizan la movilidad y sensibilidad. Así que partiendo de esto, la parálisis a la que nos referimos ahora, como su propio nombre lo indica, es una anomalía que afecta el nervio facial, lo que hace que zonas de la cara pierdan movimiento. Hay que añadir además que el nervio facial es doble en el rostro, el cual se encarga de cuatro tipos de funciones específicas, la movilidad, la sensibilidad, regula las lágrimas y saliva, además de ser un potenciador del gusto”, amplía la profesional.

Qué puede generarla. En cuanto a las razones que podrían causar una parálisis de esta índole se encuentra el virus herpes zoster (una enfermedad causada por el virus de la varicela zoster, el mismo que causa la varicela), las infecciones agudas y crónicas del oído, enfermedades del organismo que afectan de forma secundaria al nervio facial o una lesión por la mala circulación de la sangre al nervio facial, amplía Santamaría. 

Cómo identificarla. La médico internista  además refuerza que la parálisis facial llega en el momento menos pensado. 

Su sintomatología es variada  y  aperecen de manera repentina. 

Entre ellos se incluyen: dolor de oído,  el deterioro del gusto, la parálisis de ciertas zonas como labios, pómulos, caída del párpado, baboseo, lagrimeo excesivo de un ojo, así como dificultad para que este se cierre, entre los principales.

“Por otro lado, si tienes una parálisis facial, un signo muy usual es la desviación de la boca hacia un lado y hacia abajo de la mitad de la cara afectada”, informa Santamaría. 

Tratamiento.  Pero a pesar de que la parálisis facial también es generadora de traumas a nivel psicológico,  esta se puede superar. 

El médico general Antonio Brito aconseja que el tratamiento debe ser oportuno al momento de que se presente una parálisis en zonas del rostro.

“Lo que se hace en estos casos es administrar un tratamiento dirigido por un médico especialista, neurólogo. Este receta corticoides con la finalidad de que el nervio facial no se siga deteriorando ni siga perdiendo la sensibilidad”, amplía Brito.

Añade que la automedicación no es el camino correcto, ya que medicinas no prescritas por un profesional de la salud podrían quitarle la sensibilidad al  nervio facial.

“En muchos casos de personas que presentan parálisis facial y que llevan un régimen de automedicación se han presentado problemas mayores como la pérdida de sensibilidad de la zona afectada”, advierte.

Brito dice además que en el tratamiento de la parálisis facial se incluye la vitamina B para reforzar la recuperación nerviosa.