Medios resaltan que hace menos de un año este mismo equipo se encontraba en el sexto lugar de la tabla y corría el riesgo de no estar en Rusia. El nombramiento de Adenor Leonardo Bacchi en el banquillo fue el punto de inflexión que transformó radicalmente el rumbo de la ‘seleçâo’.
Tite, extécnico del Corinthians, asumió las riendas con el objetivo de recuperar la alegría del país que convirtió en arte el juego del balón y su influencia ha sido vital para regresar a Brasil a la cima del fútbol.
Apostando por el diálogo cara a cara, Tite imprimió un ambiente diferente al vestuario. Una de las medidas que implementó fue la rotación del brazalete de capitán, y eso le ha resultado.
Le ha dado un carácter más humano, ha reconciliado a los jugadores con la afición y nunca ha querido ver más allá del siguiente objetivo, que en su filosofía se trata del próximo partido.
Además ha hecho de Neymar su principal protagonista. El técnico de 55 años lo apoyó para que liderara a Brasil en la conquista, en los Juegos de Río 2016, de la única medalla de oro olímpica que ha logrado en su historia y a partir de ahí delineó claramente sus responsabilidades en el campo.