El calendario que le queda a la selección tiene rivales considerados ‘cucos’: Brasil, Chile, en condición de visita y de local le espera un equipo que juega muy bien, Perú, y luego Argentina, que llegará a Quito a jugarse el todo por el todo.  “No tenemos margen de error, tenemos que ganar por lo menos tres o ganar dos y empatar otro partido. Todavía estamos cerca de Argentina y Chile, que son rivales que tenemos directamente y dependemos de nosotros”, mencionó Quinteros.

Añadió que necesita un envión anímico y apuntó que debería ganar a Brasil, porque ahora hay que buscar los puntos donde sea.  “Tenemos que revertir esto, trabajar en la parte anímica mucho, hay que mostrarles muchos vídeos de partidos en los que jugaban a otra velocidad, son los mismos jugadores”, acotó.

La altura. Quito y el estadio Olímpico Atahualpa se habían convertido en un fortín en el que era casi imposible perder. Pero ahora las cifras  no respaldan este proceso, aunque todavía está con vida. Los números dicen que el equipo que dirige Quinteros es el peor como local de las últimas seis selecciones que disputaron eliminatorias a las respectivas copas del mundo.  De los siete cotejos jugados por Ecuador como local en las actuales eliminatorias, ha podido ganar cuatro (ante Bolivia, Uruguay, Chile y Venezuela), ha empatado uno (ante Paraguay) y ha perdido dos (ante Brasil y Colombia).  “He citado a toda la Comisión de Selecciones y al cuerpo técnico para analizar la situación el próximo lunes”, informó ayer en rueda de prensa el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Carlos Villacís.